La solicitud de tener que demostrar la disposición de divisas en efectivo es una lotería a la cual se expondrán todos los venezolanos que viajen al exterior.
Tras la nueva normativa emanada del Centro Nacional del Comercio Exterior (Cencoex) publicada en Gaceta Oficial el pasado 10 de abril de 2015, los nacionales que se trasladen al extranjero lo harán sin garantía de ingreso, tras la supresión del conocido “cupo en efectivo”, el cual se eliminó tras la implementación de la providencia número 11.
Si bien las autoridades nacionales han justificado la eliminación de la asignación de dólares en efectivo, con la autorización de un adelanto de 200 dólares en cajeros automáticos en el país de destino, los venezolanos corren el riesgo de ser devueltos al no pasar los sistemas de migración en aeropuertos internacionales. Países como Panamá, Aruba, Curazao y recientemente la República de Guyana, pueden exigir a los nacionales – al momento de su arribo – demostrar que cuentan con efectivo para cubrir gastos básicos o como respaldo en caso de que hubiese algún problema con sus tarjetas de crédito.
La exigencia de demostrar la tenencia de dinero en efectivo en dólares americanos o moneda local no es un requisito de ingreso para todos los visitantes. Sin embargo, tras múltiples problemas con venezolanos que han quedado varados por imposibilidad de uso de sus tarjetas con asignación de Cencoex, es cada vez más frecuente que las autoridades migratorias chequeen la posibilidad de los viajeros provenientes de Venezuela para costear el viaje. Teniendo dichas autoridades potestad para negar el acceso al país de los viajeros que no puedan garantizar, con billetes en mano, capacidad económica para cubrir su estadía.
Aunque algunos han catalogado el problema como un “rumor de redes sociales”, es posible constatar la información con algunos viajeros que han sido seleccionados – de manera aleatoria- para mostrar el dinero en moneda extranjera que poseen a su llegada a aeropuertos internacionales. La realidad es que, sí es muy probable que exijan en Panamá, mostrar 500 dólares a la entrada al país.
El mes pasado se conoció la noticia de este proceso en Aruba y Panamá; la semana pasada Gabriel Balbás, columnista del diario La Región, denunció la implementación del proceso en Curazao y Guayana, país último donde presentó problemas a la hora de ingresar para realizar uno de sus reportajes como “Mochilero Gourmet”.
“Las tarjetas de crédito emitidas en bancos venezolanos no son aval para asegurar una estadía, indican las autoridades migratorias del aeropuerto internacional Cheddi Jagan en Guyana, argumentando que las mismas tienen problemas para pasar en puntos de venta del país; solo un banco de Guyana permite el adelanto de efectivo en cajeros ATM, siglas que internacionalmente distinguen a los conocidos cajeros automáticos”, detalló Balbás.
“Al menos 300$ americanos en efectivo o su equivalente en otras monedas extranjeras e incluso tarjetas internacionales, son la garantía para que los venezolanos entremos a otro país sin ningún problema a la hora del chequeo en inmigración”, dijo el viajero, quien ha recorrido más de 40 países en los últimos años para escribir sobre gastronomía.
“No me pasa la tarjeta”
La frase, sin duda, es la más repetida por los viajeros venezolanos. El presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), Roberto León Parilli, aseguró que desde su organización han recibido numerosas denuncias de venezolanos que se encuentran en el exterior y a quienes “no les pasaron las tarjetas”, lo que se ha incrementado en los últimos días.
“Tenemos un registro con miles de denuncias nada más en personas viajando (…) La banca recibió instrucciones del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) de no autorizar los pagos”, aseguró.
Como conclusión, León Parilli apuntó que este tipo de leyes necesitan un “período de transición” – ó Vacatio legis que es el término jurídico – más amplio para ser implementadas.
“Yo creo que toda la providencia, desde la A hasta la Z, es nula por inconstitucional”, reiteró el presidente de Anauco, al tiempo que destacó que la implementación del sistema la imparte Cencoex y no los bancos.
No hay plástico
Con relación a los nuevos ingresos de usuarios a la banca pública, comentó que las sucursales no están en condiciones de abrir cuentas y expedir Tarjetas de Crédito (TDC) con la facilidad o celeridad que se debería.
Apuntó que no hay plástico para imprimir las tarjetas y tampoco capacidad para manejar tantos usuarios, sin contar con la verdadera inversión en logística y dinero con los requisitos que demanda una TDC.
Por su parte, el director de la Asociación de Usuarios del Sistema Financiero (Ausfin), Carlos Calderón, aseguró que no es de extrañar que el Ejecutivo “violente” sus propios plazos establecidos en regulaciones.
“De hecho, la banca nacional a finales del año pasado dejó en el aire a muchas personas solo con el anuncio del régimen cambiario”, aseguró Calderón.
Fuente: [Diariolaregion.com]