Crece el temor y en algunos lugares cunde el pánico. En Internet, el tema “fin del mundo”, que -según una supuesta profecía Maya- es este viernes 21 de diciembre, registra 40 millones de resultados. Las redes sociales están inundadas con la frase “¡Qué miedo!” y hay éxodo en muchos países del mundo.
La psicopsis apocalíptica aumentó ayer porque hoy es “12-12-12” (12 de diciembre del 2012) y muchos piensan que es “una señal”, aunque en China, el “triple 12” indica “buena suerte” y por eso hoy muchos se casarán.
La preocupación es tal, que en Internet se comenta una supuesta relación entre el popular “Baile del caballo” con una profecía de Nostradamus del siglo XIV. “En la mañana calmada, llegará el fin, cuando el caballo danzante haga 9 círculos”, escribió Nostradamus.
Se dice que con el famoso baile ya tenemos el caballo danzante. Su video tendrá un billón de visitas en YouTube y la cifra tiene 9 ceros, los 9 círculos que el profeta.
Mientras, en países como Rusia y México, hay furor por el “kit para sobrevivir al fin del mundo” que tiene hasta baño portátil y pastillas antiradiación.
Sin embargo, también aumentan las voces escépticas. Al desmentido de la NASA, que negó la ocurrencia de un cataclismo, se sumó ayer un pronunciamiento del Vaticano, que también intentó calmar la desesperación de la gente.
“El fin del mundo, por ahora, no llegará”, afirmó contundente el astrónomo jesuita José Funes, director de la Specola Vaticana (Observatorio Astronómico), quien pide no preocuparse por “profecías”.
“La base científica de esas afirmaciones, obviamente son falsas”, indicó.
TIERRA Y MAR
Ayer, además de un sismo de 6 grados en Filipinas y otro de 4.6 en El Salvador, se informó que la Nasa grabó el paso de lo que sería un meteorito, que iluminó el cielo de Texas (EE.UU.).
En el Perú, desde hoy hasta el lunes habrá ligeras ondulaciones en el mar. “Se debe a la fase de luna nueva, responsable de que la marea suba o baje. Habrá oleaje moderado, pero no tiene nada que ver con tsunami, la población no debe preocuparse”, expresó el capitán de navío Eduardo Lazo, de la Dirección de Hidrografía de la Marina.