El riesgo de sufrir disfunción eréctil también se relaciona con la medicación. Abusar de los analgésicos puede aumentar en los hombres el riesgo de disfunción eréctil. Así lo ha observado un estudio del Centro Kaiser Permanente para la Investigación de la Salud (EE UU).
El estudio, publicado en la revista Spine, afirma que tomar regularmente analgésicos que necesitan prescripción médica, también conocidos como opioides, se asocia con un mayor riesgo de disfunción eréctil en los hombres. Según reseña 20minutos.es
Los investigadores incluyeron a más de 11.000 hombres con dolor de espalda en la investigación y examinaron sus expedientes médicos para saber si los hombres que toman analgésicos recetados son más propensos a necesitar también medicación para la disfunción eréctil.
Más del 19% de los hombres que tomaron dosis altas de opioides durante al menos cuatro meses tuvieron también recetas para la disfunción, mientras que menos del 7% de los hombres que no tomaron opiáceos tuvieron que ser recetados con medicamentos para la disfunción eréctil.
En el estudio, los hombres mayores de 60 años fueron mucho más propensos a recibir medicamentos contra la disfunción eréctil, pero incluso después de que los investigadores ajustaron por edad y otros factores, los que tomaban altas dosis de opiáceos tenían todavía un 50% más probabilidades de disfunción eréctil que los que no tenían prescritos analgésicos.
«Los hombres que toman analgésicos opiáceos durante un periodo prolongado de tiempo tienen mayor riesgo de disfunción eréctil», sentencia el autor principal Richard A. Deyo, profesor en la Oregon Health & Science University.
«Esto no significa que estos medicamentos pueden causar disfunción eréctil, pero la asociación es algo que los pacientes y los médicos deben tener en cuenta al decidir si se deben usar opioides para tratar el dolor de espalda», explica Deyo, quien entiende que en el caso de algunos pacientes no hay duda de la idoneidad de la prescripción de estos fármacos.
Sin embargo, subraya que también hay cada vez más pruebas de que el uso a largo plazo puede conducir a «la adicción, sobredosis mortales, apnea del sueño, caídas en la producción de hormonas de edad avanzada, la reducción y ahora la disfunción eréctil.