Se decía que las nuevas consolas no tenían grandes juegos. Mentira. Hay ejemplos que convierten la adicción en un entretenimiento. Con una gran originalidad y en busca de la acción frenética, «Sunset Overdrive» desembarca esta semana (31 de octubre) en la Xbox One como uno de los títulos más atractivos para la consola de nueva generación. Sin grandes exigencias y alejado de la seriedad, el juego ofrece un sinfín de oportunidades que versan más entre la acción sin límites y la locura.
La historia se desenvuelve en Sunset City, una pequeña ciudad que, aunque no cuenta con un extenso mapa, sí es cierto que ofrece grandes posibilidades. Y eso es lo mejor del juego, ya que se exprime muy bien el poco territorio en el que nos movemos. ¿Vale la pena? Sí, teniendo en cuenta que el jugador es capaz de deslizarse por los raíles, balancearse por las paredes, saltar, aprovechar los conductos de ventilación, rebotar por todo tipo de objetos al más puro estilo de Infamous que servirán, o bien para escapar de los muchos peligros que le acechan, o bien para avanzar.
En cuanto a su estética, el entorno está repleto de vida, de colores llamativos, de texturas propias de dibujos animados, de intensidad y, sobre todo, de un auténtico caos que no permite casi momentos para la relajación. En definitiva, un ambiente alegre y vibrante que cualquier ojo gozaría. Aquí uno puede moverse con total libertad, casi sin restricciones. Un detalle muy positivo y que favorece a la jugabilidad. Los jugadores, bien seguro, lo agradacerán, pero que no esperen algo sesudo y rebuscado porque no lo encontrarán.
La historia de por sí -y lo que sucede en pantalla- imprime un ritmo vertiginoso en donde lo mejor es disparar primero y preguntar después. Eso si te dejan, porque la acción es frenética, inquietante, alocada y muy directa en este juego creado por Insomniac Games. Con lo cual, entre recoger coleccionables, objetos y disfrutar haciendo el saltimbanqui uno puede pasarse horas pegado a la pantalla.
Sin duda es una de las grandes apuestas de estos próximos meses. Cabe decir que en este juego en tercera persona aparecen mecánicas algo ásperas pero efectivas, las cuales son la base de una interesante innovación frente a otros sistemas de escalada tipo Assassins Creed más tradicionales que buscan la verticalidad extrema. Así que olvídate y aprovecha en entorno, porque es explosivo, como si se tratara de una mezcla entre Tony Hawk y Dead Rising. Prepárate para el desenfreno pero hay que acostumbrarse un poco al principio, dado que el manejo cuesta un poco aunque acaba por ser bien sencillo una vez aprendido. Es lo que tiene experimentar…
En ocasiones los combates y la propia trama pecan de infantilismo. El argumento, simplista y muy flojo, es insuficiente, algo trillado y casi prescindible, pero cargado de un sentido del humor original que a más de uno le hará gracia, eso sin duda. Pero para gustos, los colores, y de eso, aquí, hay para repartir. En el juego nos encontramos en el año 2027. Frente a la tranquilidad, la empresa FizzCo comercializa una extraña bebida energética (OverCharge Delirium TX), que ha convertido a sus muchos consumidores en una suerte de bestias mutantes a los que, o bien hay que escapar de ellos o bien tratar de eliminar. Y la cosa no es siempre fácil.
Uno de los aspectos que más llama la atención es la posibilidad de personalizar al personaje y vestirlo de múltiples formas, algunas muy extravagantes y originales. En cuanto a las armas utilizadas, cabe decir que, como sucede en otros juegos, el arsenal crece por momentos y ofrece grandes dosis de munición, algo de agradecer ya que, como decimos, estamos en medio de un caos lleno de bichos raros sin consideración hacia nosotros. Y cuanto más se utilizan, más crecen en mejoras. La calidad gráfica de los personajes, eso sí, dista mucho de ser una verdadera revolución de tintes realistas, pero eso se suple con unos escenarios repletos de sensaciones y detalles.
Fuente [Abc.es]