Seguro que más de una vez habéis tenido una conversación con una amiga que ha empezado hablando de lo mal que se ha portado tu, ahora, ex; y habéis desencadenado una charla hacia el terreno sexual. De momento, te ves charlando sobre sexo y sobre lo que has hecho y lo que has dejado de hacer con tu último amante. Y a continuación, las dos os estáis riendo de lo inocentes que parecen a veces cuando se creen algunas de las cosas, digámoslo, mentiras que les hacemos creer.
Y es que no es que sean mentiras. Son cosas que les escondemos para no hacerles sufrir. Por consiguiente, tenemos que inventarnos alguna excusa sin que suene a excusa. Así que ¡les mentimos! No es que queramos, sino que seguro que hay ciertas cosas que no querrían saber. Así que por bien común, de los dos, prefieres callarte a liarla todavía más.
Y de esto es de lo que queremos hablar a continuación. Entre Nosotras podemos comentarlo. Eso sí, chicas, que no salga de aquí. Porque, en el caso de que algún hombre lo leyese, podría ser el final de muchas de las batallitas que nos montamos. Vamos a analizar estos cinco secretos de cama que nunca les contaríamos. ¿Se terminarán enterando algún día?
1. No les decimos nunca cómo de grandes nos gustan algunas cosas. Hablando en plata y focalizando más, nos referimos a eso, sí. A sus partes bajas. Siempre solemos decir que lo importante no es el tamaño, sino cómo se desenvuelva. Pero, sinceramente, las preferimos tamaño L.
2. No nos gustan ciertas cosas que ellos creen que sí. Lo que ocurre es que nunca se lo llegamos a decir. El sexo oral, sí. Pero depende de cómo y de cuándo. No tenemos que estar siempre que ellos quieran preparadas y dispuestísimas a ello.
3. Los orgasmos. ¿Cuándo son de verdad y cuándo son fingidos? Existe una gran diferencia entre unos y otros. Nuestro placer, básicamente. Y aún después de estar cabreadas porque no hemos llegado al clímax, nos obligamos a hacerles la pamplina de lo bien que se han portado.
4. Necesitamos el sexo como el agua. Al igual que ellos, Nosotras también somos muy sexuales. Si no los vemos en dos semanas, obviamente también tendremos que buscarnos nuestros affaires. Perdona chico, que no somos pareja, tenemos plena libertad para hacer lo que queramos.
5. Nos masturbamos pensando en otros. Se pondrían tan furiosos si se supieran esto. Nosotras creemos que algo se imaginarán pero… ¡Igual no quieren ni pensarlo! Y es que, por lo general, los hombres son posesivos y muy, muy celosos.