La policía británica está apostada afuera de la embajada de Ecuador en Londres, esperando en caso de que al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se le ocurra abandonar el recinto. Assange está fuera de la jurisdicción inglesa al estar dentro de la embajada, donde entró ayer solicitando asilo político.
Assange es solicitado en Suecia para enfrentar un interrogatorio por supuestos crímenes sexuales. La justicia inglesa ya aprobó su extradición al país nórdico.
El fundador de WikiLeaks estaba bajo arresto domiciliario, y violó esta orden al mudarse a la embajada, lo que lo haría “sujeto de arresto”.
La embajada indicó ayer que está evaluando la situación de Assange. Mientras ocurre esta evaluación, el fundador de WikiLeaks permanecerá “bajo la protección del gobierno ecuatoriano” dentro de la embajada.
Assange fue arrestado en Londres en diciembre de 2010, y desde entonces ha estado peleando para evitar su extradición. Según Assange, las acusaciones en su contra en Suecia fueron motivadas políticamente, y la extradición sería un primer paso para enviarlo a Estados Unidos, donde estaría siendo acusado por la filtración de 250.000 cables diplomáticos que enojaron profundamente a la potencia.
La otra opción es que Assange esté exagerando y Suecia simplemente quiera resolver el caso en su contra. Ahora queda esperar la respuesta de Ecuador para ver qué sucederá.