Uno de los mayores factores de riesgo para algunas enfermedades autoinmunes en mujeres en edad reproductiva, según un estudio de la revista «Environmental Health Perspectives», puede estar asociado con la exposición al mercurio, presente en algunos pescados. Las enfermedades autoimunes son aquellas en las que el sistema inmunológico reacciona de forma incorrecta provocando patologías como enfermedad inflamatoria intestinal, lupus, síndrome de Sjögren, artritis reumatoide y esclerosis múltiple.
Los hallazgos de este equipo de investigadores de la Universidad de Michigan (EE.UU.) sugieren que el mercurio, incluso a niveles considerados habitualmente como seguros, se asocia con enfermedades autoinmune. «No sabemos exactamente por qué algunas personas desarrollan trastornos autoinmunes», señala Emily Somers, autora del trabajo. «Un gran número de casos no se explican por la genética, por lo que creemos que estudiar los factores ambientales nos ayudará a entender por qué se producen estas patologías y cómo podemos intervenir para mejorar la atención de estas pacientes». En nuestro estudio, apunta, «la exposición al mercurio se presentó como el principal factor de riesgo para la autoinmunidad».
Los investigadores han analizado los datos de 1.350 mujeres de entre 16 y 49 años de edad procedentes del National Health and Nutrition Examination Survey. Y los resultados mostraron que una mayor exposición al mercurio se asociaba con una mayor tasa de autoanticuerpos, un precursor de la enfermedad autoinmune. La mayoría de las enfermedades autoinmunes, señala Sommers, se caracterizan por la presencia de autoanticuerpos, proteínas producidas por el sistema inmunológico de una persona cuando no puede distinguir entre sus propias células y los tejidos potencialmente dañinos.
Recomendaciones
Muchas de las recomendaciones relacionadas con el consumo de pescado están dirigidas a las mujeres embarazadas o a las que se puedan quedar embarazadas, madres lactantes y niños pequeños. En EE.UU., laAdministración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) dicen que las mujeres embarazadas pueden comer hasta 340 gramos de pescado a la semana. Y pescados como el pez espada o la caballa y pueden contener los niveles más altos de mercurio mientras que el camarón, el atún claro enlatado y el salmón tienen niveles más bajos.
En España, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) se recomienda a las mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo, mujeres en periodo de lactancia y a niños de corta edad (entre 1 y 30 meses) consumir una amplia variedad de pescados, por sus grandes beneficios nutritivos, evitando consumir las especies más contaminadas con mercurio cuyo consumo debe limitarse en determinadas etapas. Pero en cuanto al consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio son las siguientes se aconseja que se evite su consumo en mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo o en período de lactancia y en niños menores de 3 años, mientras que los mayores de esa edad deben limitar a 50 gr/semana o 100gr/ 2 semanas. Esta recomendación, explican desde la Asociación Española de Pediatría, se fundamenta en que estos peces acumulan de forma creciente y progresiva a lo largo de su vida mercurio, metal potencialmente neurotóxico que atraviesa la placenta y la barrera hematoencefálica. Esto ocurre especialmente en las especies de peces citadas de gran tamaño.
Estos peces acumulan mercurio de forma creciente y progresiva a lo largo de su vida
Para la autora del trabajo, sus resultados proporcionan nueva evidencia de que las mujeres en edad reproductiva deben tener muy en cuenta el tipo de pescado que consumen. Ahora bien, advierte, «la presencia de autoanticuerpos no significa necesariamente que se vaya a desarrollar una enfermedad autoinmune; sin embargo, sabemos que los autoanticuerpos son predictores significativos de enfermedad autoinmune futura y pueden presentarse antes de los síntomas y el diagnóstico de una enfermedad autoinmune».
Fuente [Abc.es]