Para nadie es un secreto que la realidad política venezolana ha desanimado a muchos simpatizantes de la MUD (coalición opositora al gobierno de Nicolás Maduro) quienes sienten que, después de tres meses de protestas y la pérdida de más de cien vidas; es incoherente que se acuda a elecciones regionales y se acaten las decisiones de un gobierno que la propia Asamblea Nacional desconoció semanas atrás.
Promesas de la Mesa de la Unidad en la campaña electoral de 2015 en la zona norte del estado Anzoátegui
Ahora bien, las teorías, explicaciones, discursos y argumentos de diversos líderes de la oposición han estado dirigidos a promover la reflexión de los escépticos, a convencer a los decepcionados y a invitar a la participación de quienes, a pesar de su marcado antichavismo (y antimadurismo); no se sienten representados por los políticos de la MUD.
Sin embargo, no todos los actores políticos parecen estar dispuestos a reconocer los fracasos de las estrategias puestas en marcha hasta ahora, y mucho menos a aceptar las críticas de quienes alguna vez confiaron en ellos y ahora se sienten traicionados, dolidos, desesperados e indefensos en un país donde los únicos privilegios están en manos de quienes ostentan el poder.
Promesas de la Mesa de la Unidad en la campaña electoral de 2015 en la zona norte del estado Anzoátegui
Tal es el caso del diputado José Brito, quien no parece tener la mejor actitud a la hora de leer lo que tienen que decirle aquellos twitteros que no están de acuerdo con sus mensajes. Aunque se espera mucho más de quien ha pedido la confianza de los ciudadanos para representarlos, no parece que la tolerancia y la inteligencia emocional sean el fuerte del diputado. De un ciudadano común que sufre las consecuencias de ciertas decisiones políticas se entiende lo visceral de sus palabras, pero de un político con talante democrático, amplitud de criterio, espíritu conciliador y capacidades de gerencia y comunicación, NO.
A quienes recibieron sus groserías e insultos como respuesta quizás les reconforte una frase atribuida a la estadista conservadora británica Margaret Thatcher, que reza: “Siempre me animo enormemente si un ataque es particularmente hiriente porque creo que, bueno, si me atacan personalmente, significa que no tienen ni un solo argumento político”. Tal parece que el señor Brito no los tiene.
Tras esa actitud, lo menos que debería hacer el diputado José Brito, es pedir disculpas a las personas que insultó.
Los siguientes Tweets logramos recuperarlos a tiempo, porque por lo visto las respuestas que dio el diputado se le borraron misteriosamente de su timeline. Qué tristeza que personas como él sean nuestros representantes y que seguramente en unas elecciones regionales quiera ser alcalde de El Tigre (Anzoátegui):
Y encima de lo anterior, amenaza a un votante, a alguien que le cuestiona su desempeño como diputado… en LeaNoticias.com nos preguntamos ¿en qué se diferencian del chavismo? Si son igual de intolerantes, ofensivos y abusivos.