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Una fiesta de fin de año de excesos es lo que todo el mundo se esperaba de una mediática como Mia Khalifa. Sin embargo, el afán por mostrarse en el éxtasis de la felicidad nos hace suponer que la chica pasó una noche tranquila en compañía de sus seres queridos.
Es que lo normal es presumir de lo que no se tiene ni se está haciendo, y Mia no está para andar acabando con la juventud que le queda. De hecho todo lo contrario. Tras pasar años dejando que le den duro frente a las cámaras, se retiró de aquello y se metió a comentarista deportiva.
Luego se consiguió un novio decente, que por cierto es un chef sueco bastante guapo, y se dedicó a aprender sobre la cocina y a visitar festivales. También le hace publicidad a algunas marcas y, claro, vende sus fotos pasadas de tono en una plataforma llamada Patreon.
La celebración
La imagen en la que Mia alardea de sus excesos fue publicada en Instagram. Se la tomó en Austin, Texas, donde a la sazón pasó la última fiesta de 2018, un año en el que se portó bien y también hizo de las suyas.
En resumen, comió muchísimo, fue a un montón de restaurantes, se dejó tomar muchas fotos, jugó tenis de mentira y hasta dejó un calendario para el año que ya arrancó.
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También usó muchos vestidos elegantes y hasta hizo que un político mexicano la confundiera con una promesa de las nuevas tecnologías. Como sea, a todo el mundo le encanta lo que haga Mia.
