Barack y Michelle Obama recibieron el jueves por la tarde a alumnos de escuelas y familias de militares en los jardines del palacio de gobierno. Entregaron personalmente los caramelos en las manos de los niños.
La Casa Blanca lucía más oscura que nunca con la niebla artificial, las telarañas, fantasmas y calabazas que componían la típica decoración de la noche previa al Día de Todos los Santos.
El presidente y la primera dama eligieron vestir de naranja, el color que se suele utilizar para la ocasión en los países anglosajones.
Uno de los disfraces más populares entre los afortunados que pudieron corretear por los jardines de la Casa Blanca fue el del personaje de videojuegos de Nintendo, Mario, entre los varones. Entre las mujeres, el de Dorothy, la protagonista de El Mago de Oz.
[Fuente: EFE]