Las imágenes de los presos sin camiseta, con los tatuajes característicos de las pandillas, esposados, agachados y amontonados, han recorrido el mundo en los últimos días, con muchos detractores por la falta de humanidad en el trato. Asi lo destaca lasexta.com:
«Los pandilleros estarán en el lugar que les corresponde, en el Centro de Confinamiento del Terrorismo». Con esta rotundidad anunció la Secretaría de Comunicaciones de El Salvador la puesta en marcha de la cárcel de máxima seguridad «más grande de toda América», inaugurada en enero y en la que ya han internado a 2.000 pandilleros.
«Ante cualquier intento de disturbio se enfrentarán a más de 600 elementos de las Fuerzas Armadas y 250 efectivos policiales, 4 anillos de seguridad y 19 torres de vigilancia», aseguraron desde el organismo.
La prisión cuenta con capacidad para 40.000 personas, según anunció el presidente Nayib Bukele. «En un solo operativo, trasladamos a los primeros 2.000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT)», publicó el mandatario en sus redes sociales. Las imágenes de los presos sin camiseta, con los tatuajes característicos de las pandillas, esposados, agachados y amontonados, han recorrido el mundo en los últimos días, con muchos detractores por la falta de humanidad en el trato.
Bukele inauguró el CECOT a finales de enero y el Ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, dijo al mandatario que esta «se constituiría en la cárcel más grande de toda América» y que «sería imposible que salga un reo» del recinto, que tiene 23 hectáreas de construcción, 600 miembros de las Fuerzas Armadas y 250 efectivos policiales, así como cuatro anillos de seguridad y 19 torres de vigilancia.
Bukele ha asegurado esta misma semana que la cifra de homicidios en El Salvador «ahora es de un solo dígito». El mensaje fue una respuesta a una propuesta del presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre la celebración de un «foro internacional» para comparar las experiencias de ambos países con respecto a la reducción de homicidios. «Nuestra experiencia: de más de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes, ahora estamos en cifras de un solo dígito. Y la reducción fue rápida, porque los muertos no se recuperan», publicó Bukele. Anteriormente Petro denunció que pueden observarse en redes «las fotos terribles -no me puedo meter en otros países- del campo de concentración de El Salvador, lleno de jóvenes, miles y miles, encarcelados que le da a uno escalofríos».
«Yo creo que hay gente que le gusta eso, indudablemente, ver a la juventud dentro de las cárceles y creen que eso es la seguridad y se disparan las popularidades, indudablemente», aseguró Petro, que agregó que «el presidente de El Salvador se siente orgulloso porque logró reducir la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en esas cárceles, en mi opinión, dantescas».
Por otra parte, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el jueves a EFE que el Gobierno de Bukele tiene la «responsabilidad» de garantizar la seguridad de la población, además de respetar los derechos humanos y el debido proceso. «Reconocemos el desafío que enfrenta El Salvador para frenar la violencia de las pandillas», dijo el portavoz de la diplomacia estadounidense, agregando a su vez que «garantizar la seguridad pública es responsabilidad de los Gobiernos». «También tienen la responsabilidad de garantizar el debido proceso legal y de respetar los derechos humanos», indicó.