Así como suena: «¿Usted qué opina? (II)», por @jjferminjr

Recién hace unos días entre a una panadería de Lechería con la intención de comprar un marroncito para animar el camino hacia mi casa. Mientras esperaba el despacho me saludó un amigo que se encontraba allí y justo antes de partir, un señor que estaba muy cerca de nosotros y con cara muy seria me preguntó: “Usted es JJ Fermín junior?” y le respondí que sí. Me repreguntó, “el que escribe la columna en El Tiempo?”, y le volví a decir que sí. Entonces se presentó y me dijo que tenía 73 años.

“Leí su columna donde dice que hemos involucionado culturalmente (En nuestras manos III) y estoy de acuerdo con usted, aunque quizás no en la diferencia que marca entre las épocas. Yo estudié 5 años en Estados Unidos y a mi regreso, en 1.962, iba por carretera hacia los llanos, de tierra como era en aquella época, con mucho calor y de repente me paro por una cola que no entendía. Al rato me doy cuenta de que un hombre conversaba con otro que iba en burro sin importarle que nos tuviera parado a varios. Entonces me bajé del carro y caminé hasta donde él estaba y le dije que se moviera, que tenía el paso cerrado, el hombre se volteó y me dijo: ¡Que te pasa ti, ahora estamos en democracia!. Con los años comprendí que los venezolanos jamás hemos entendido lo que significa vivir en democracia. La verdad es que empezamos a involucionar una vez que cayó Marcos Pérez Jiménez. A ese motorizado que cruzó la pasarela en moto, el que usted mencionó en su columna, jamás se le hubiera ocurrido hacerlo en tiempos del general, ¡preso hubiera ido y con plan de machete por esas nalgas!”.

Sorprendido pero con mucho interés lo seguí escuchando, “!aquí hace falta un gobierno fuerte, con un militar a la cabeza, un hombre con el liderazgo y la fuerza necesaria para meter preso con cadena perpetua a los corruptos, sean militares o civiles; que le corte las manos a ladrones; que sentencie a muerte a los asesinos y que desaparezca en la selva a los secuestradores, solo así se enderezará este país, no con propaganda rosa en la televisión ni bolsas defendiendo los derechos humanos de los delincuentes, los mismos bolsas que viven después con miedo a ser víctima de los malandros. A este país hay que estremecerlo de los pies a la cabeza!”. Descabellada y ruda o no, es su opinión y la respetamos.

Ahora, les cuento que las palabras del señor arrancaron aplausos entre los presentes… ¿es que acaso estaban de acuerdo con lo que dijo? En lo personal no estoy de acuerdo con una dictadura militar, pero con un gobierno fuerte, con instituciones sólidas al servicio del país y con un líder al que no le tiemble el pulso para aplicar medidas sin que le interesen las encuestas ni la reelección, si.

Sin embargo insisto en el mensaje de siempre: Nuestro comportamiento grosero, grotesco e irracional con nuestra ciudad y con nuestros conciudadanos termina devolviéndose invariablemente en menos calidad de vida para nosotros mismos. La solución por muy romántica y lejana que parezca está en nuestras manos, solo basta el esfuerzo individual por cambiar uno mismo y al final la suma tendrá un resultado positivo en colectivo. ¿Usted qué opina? Es así como suena.

Por: JJ Fermín A. / @jjferminjr