El protagonista de la historia es Noc, una ballena macho blanca que vivió 30 años en un acuario en San Diego, California. El cetáceo murió hace cinco años, pero su voz pervive, como lo atestigua la grabación realizada por los científicos.
Sam Ridgway, representante de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos y principal autor del descubrimiento manifestó que "Nuestras observaciones sugieren que la ballena tuvo que modificar su mecánica vocal para hacer sonidos parecidos al habla".
Explicó que los esfuerzos del mamífero son atribuidos a la necesidad de establecer contacto con los humanos.