La ciudad de Tigre es un punto turístico de la provincia de Buenos Aires, distante no más de 30 kilómetros de la Capital Federal. En los últimos años, bajo la intendencia de Sergio Massa, ex Jefe de Gabinete del gobierno de Cristina Kirchner, la ciudad ha ido progresando a nivel tecnológico, implementando tanto sistemas de monitoreo para seguridad como equipamiento en escuelas e internet gratuita.
Con el objetivo de optimizar el monitoreo de las calles el municipio adquirió dos cuadricópteros con cámaras de alta resolución a un valor de US$17.500 cada uno, y piensa agregar cuatro más a la flota de drones voladores.
Además de la prevención de delitos o seguimiento de hechos criminales, los funcionarios a cargo de esta nueva herramienta piensan utilizarla para control de tránsito y auditoría de edificaciones que violen las normativas actuales sobre cargas impositivas relacionadas con la construcción, en una ciudad donde ya se han detectado varios barrios privados donde viven ciudadanos de alto poder adquisitivo, registrados como terrenos baldíos para pagar menos.
Estos drones que poseen una autonomía en el aire de 25 minutos, alcanzan una altura de 2000 metros e incorporan GPS. Son de origen holandés y miden 76 centímetros, pesan 3.1 kilogramos y poseen ocho motores. Según voceros del municipio “la navegación puede ser manual con un piloto desde tierra o automática, programada mediante puntos determinados por GPS para determinadas rutas o recorridos”
Este mismo modelo de drone de monitoreo ya fue implementado con éxito en acciones similares en Londres, Seattle y ciudades de Bélgica e Israel.