Una semana fue el lapso que previó la MUD, para que cualquier Ciudadano Independiente, dirigente gremial o luchador social de la Democracia, se activara, recogiera las firmas establecidas en el reglamento que redactaron a su conveniencia, consiguiera 150.000 bolívares, como requisitos indispensables para poder trasladarse a Caracas a inscribirse y participar, en las elecciones primarias que convocaron los «demócratas» de nuestro País, en menos del 25% de las 165 candidaturas principales y suplentes, que habrán de postularse, cuando el régimen y su dócil Consejo Nacional Electoral resuelvan convocar las elecciones parlamentarias, que conforme a la Constitución Nacional deberían realizarse este año 2015.
El regateo de la Democracia ha sido tal, que hay para todos los gustos, de la voracidad de los cogollos, que se ha instaurado como dictadura en el seno de la sociedad venezolana; la pírrica y mal intencionada convocatoria hecha, impone que en Caracas por ejemplo, los habitantes de El Valle y Coche, son calificados como ciudadanos de primera, porque según la dictadura interna, tienen derecho a elegir sus candidatos, pero los de El Recreo, San Bernardino, La Candelaria, San José y San Agustín son de segunda, porque el cogollo de la MUD decretó el «consenso» para repartírselo y para colmo, sin necesidad de recoger firmas, ni mucho menos cancelar un sólo centavo, dicen en los predios caraqueños y en la opinión pública, que para complacer el ego y la ambición personal que tanto aluden, de un alto directivo partidista; pero hay más, el caso de Guayana, Municipio Caroní es patético, elige tres Diputados, harán Primarias para elegir sólo uno de los candidatos, porque para los otros dos pre fabricaron el «consenso», porque es voz pópuli en la región, que buscan liderar el circuito con quien gane las elecciones allí, para camuflajearle los otros dos nominados, con sus respectivos suplentes, que saldrían del dedo del jefe de Primero Justicia y de Acción Democrática en la capital de la República.
Si seguimos hurgando y buscando información de las regiones, encontramos más razones para rechazar esta cochinada y seguir luchando al lado de los ciudadanos y las comunidades en su aspiración de elegir sus abanderados, porque el caso de nuestro Estado Sucre, al igual que Barinas, Aragua, Delta y otros 10 no habrá Primarias, secundarias ni universitarias, porque ellos resolvieron que somos ciudadanos de tercera, sin personalidad, condiciones ni raciocinio, para elegir los candidatos o candidatas de nuestra preferencia, contando que mañana podrán tocar nuestras puertas, para que vayamos a una mesa a defender los votos y a votar por quienes, desde caracas y a espaldas nuestras, ellos designen. Pues NO, esta doble moral, parecida por cierto a las prácticas del chavismo «participativo y protagónico» no truncará la oportunidad de oro que tiene nuestro pueblo de derrotar al régimen, no podemos permitir que sea nuevamente empañada y desperdiciada por estos irresponsables, que llevan todos estos años al frente de la conducción opositora, transitando y llevándonos errores tras errores y derrotas tras derrotas, poniendo su interés grupal y partidista y su ambición personal, por encima del sagrado interés de la Nación, que no es otro que ganar una mayoría en el nuevo parlamento, para restituir la Democracia y sus valores esenciales.
Continuaremos pregonando por todo Sucre y Venezuela la necesidad de consultar ampliamente a los ciudadanos, que es la esencia de la democracia y sobre todo en un momento histórico como el actual, donde todos los sondeos de opinión, las mediciones y las visitas que hacemos a las comunidades, señalan que más del 80% están de acuerdo con la consulta a las bases. Ya Mérida dio un paso al frente y así lo determinó en una gran Asamblea Regional de Ciudadanos, conformaron su Comisión Electoral integrada por respetables Ciudadanos, que han decidido actuar como árbitros, para oír la voz del pueblo y por esa vía elegir a los hombres y mujeres que representarán a la sociedad democrática Merideña, en la fecha cuando el gobierno convoque las elecciones para la Asamblea Nacional.
Por Pedro Segundo Blanco