¡Atención! La expectativa, la curiosidad, el temor o la incertidumbre que a lo mejor usted, sus familiares o sus amigos experimentan en estos momentos no es un hecho sin precedentes. No solo hoy los habitantes de la Tierra viven pendientes de un nuevo vaticinio que anuncia el fin del mundo. Esta es una historia que se repite desde épocas remotas.
Profetas, papas, astrónomos, matemáticos e incluso exploradores se han preocupado por tratar de hallar la fecha exacta del día final, no obstante, ninguno –felizmente– ha acertado. El curso de la humanidad siguió su marcha.
Hoy viernes 21 de diciembre del 2012 es una fecha controvertida. Se ha hablado mucho sobre este día desde que arrancó el año. Según la interpretación que se ha hecho del calendario maya, este día está marcado como el último de la especie humana. Algunos supersticiosos dicen que sucederá un cataclismo cósmico originado por algo que puede caer del cielo. Algo que –como verá– ya se escuchó antes. Aquí algunos vaticinios (con fechas y autores) que resultaron paradigmáticos.
ROMA. AÑO 79 DC
Desde el mundo antiguo el fin de los tiempos era una preocupación. En el año 79 después de Cristo (d.C.), la ciudad romana de Pompeya quedó sepultada bajo las cenizas. La erupción del monte Vesubio arrasó con todo lo que vio a su paso como una señal de apocalipsis. Este desastre fue la primera predicción del fin del mundo de la historia. El filósofo romano, padre del estoicismo, Lucio Seneca, quien falleció nueve años antes, había profetizado que el mundo se convertiría en humo. Solo fue coincidencia.
Otra fecha que llama la atención es el año 1000 d.C. Los efectos que causó en la población la llegada de este año fueron motivo de controversia para algunos historiadores.
Unos explican que se generó una histeria popular por el primer milenio después de Cristo. Mientras que otros sostienen que en ese tiempo muy pocos sabían leer y escribir para darse cuenta de la trascendencia de esa fecha. Lo cierto es que llegó el año 1000 y no pasó nada. Igual se discute por el año 1033, mil años después de la crucifixión de Cristo. Después llegaría el turno de una serie de vaticinios.
Seis siglos después otra predicción del fin del mundo tomó fuerza. La humanidad vivía en 1666 y este año fue asociado al número de la bestia: 666. Esta relación despertó pánico en el mundo, sobre todo, en Inglaterra, que por ese tiempo era gobernada por el rey Carlos II, de la casa Estuardo.
LONDRES 1666
El domingo 2 de setiembre de 1666 se desató un incendio dentro de una panadería londinense. El siniestro no pudo ser controlado. Las lenguas de fuego devoraron rápidamente más de 70 mil viviendas. Nunca se pudo establecer el número exacto de muertos, pero lo cierto es que el infierno se desató en Londres. Se habló de un castigo divino, de una acción demoniaca propia de la llegada del anticristo. El gran incendio duró tres días y arrasó con la ciudad.
Pero los vaticinios sobre el fin del mundo no solo se alimentan de profecías religiosas. Con frecuencia, los hombres de ciencias también han sucumbido a la tentación de predecir el apocalipsis. El matemático suizo Jacob Bernoulli llegó a sostener que un cometa destruiría el planeta en abril de 1719. Pasó abril y lo único que se presenció fue su yerro descomunal. El físico matemático Isaac Newton, uno de los más grandes científicos de la humanidad, también reveló en 1704, a través de sus cartas, que el mundo terminaría en 1757. Su predicción corrió la misma suerte que la de su antecesor.
El predicador William Miller, fundador del Movimiento Adventista (la segunda venida de Cristo), llegó a la conclusión, en 1832, de que el mundo se acabaría en 1843. Incluso afirmó que tuvo una visión en la que aparecía la fecha exacta: 20 de marzo. Días previos a su predicción los ciudadanos de Boston entraron en pánico. Muchos se suicidaron. El día pasó, y Miller desapareció.
COMETA HALLEY
En 1910, el cometa Halley pasó muy cerca de la Tierra y desató una verdadera psicosis colectiva y sin precedentes. Para muchos las señales en el cielo eran un signo apocalíptico que –al final– causó al menos 400 suicidios.
Se aseguraba que el paso de la cola de Halley por la atmósfera impregnaría el aire de la tierra con una sustancia tóxica (cianógeno) que acabaría con toda la vida en el planeta. Esta predicción disparó la venta de mascarillas antigases. Hubo incluso un negociante que apareció con unas píldoras para evitar los efectos “tóxicos” del cometa en nuestra atmósfera. Para bien de la humanidad, Halley pasó y solo se trató de otra falsa alarma.
A lo largo del siglo XX se escucharon una serie de predicciones religiosas y astronómicas, pero no fueron tan apocalípticas.
EL SEGUNDO MILENIO
Si usted lector es mayor de 20 años debe recordar lo que se vivió un mes como hoy hace más de 12 años con la llegada del segundo milenio. Un grupo de astrólogos dio a conocer que el 5 de mayo del 2000 todos los planetas se alinearían. Y si bien los científicos informaron que no pasaría nada, algunos astrólogos señalaban que esto causaría terremotos, erupciones volcánicas y otros desastres. Al final fue un día como cualquier otro.
Otro vaticinio se basó en la numerología. Aquella vez, alguien tuvo la peregrina idea de dividir 2000 entre 3, y el resultado era: 666.6666666 (el número de la bestia). Pero a lo mejor la bestia estaba dormida porque tampoco pasó nada. Así al 2000 se lo recuerda por una serie de predicciones que no provocaron la extinción de la humanidad. Ahora, si usted termina de leer esta nota y aún no ha pasado nada, siga con su día. El próximo vaticinio es uno científico. Este asegura que el fin del mundo será dentro de 5 mil millones de años.
TRANQUILOS, SERENOS… TODO VA A ESTAR BIEN
Les presentamos las 3 situaciones que no sucederán hoy, según los científicos.
1. No ocurrirá ningún choque con un planeta Nibiru o Planeta X, porque no existe. Para la NASA, ningún satélite ni sonda de observación han dado nunca con Nibiru. Un planeta así en nuestro sistema solar habría sido visto desde hace mucho tiempo.
2. No sucederá el impacto de un gigantesco asteroide como sucedió (según la teoría más aceptada) hace 65 millones de años y que acabó con los dinosaurios. Los astrónomos tienen un completo programa de seguimiento de la trayectoria de los asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra, y no han observado ninguno que pueda ser amenazador.
3. No se vivirá alguna llamarada solar que deje frita la Tierra como piensan algunos temerosos. La NASA ha señalado que el Sol alcanzará su máxima actividad a finales del 2013 o a principios del 2014 y no tendrá la suficiente energía para enviar un latigazo de fuego que pueda destruir el planeta.