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Escribo esta columna justo el jueves 12 de enero, exactamente a un mes de las elecciones primarias que, como ya se sabe, se realizarán el 12 de febrero de este año.
El presidente Hugo Chávez y los loros amaestrados que lo siguen, han iniciado desde hace un par de semanas una campaña contra las primarias. El jefe de estado ha declarado por lo menos en tres oportunidades en relación con las elecciones primarias haciendo ver que éstas no se realizarán y dejando entrever un supuesto pacto entre los precandidatos para que estos comicios no se realicen. Eso se llama miedo.
Las declaraciones del Presidente Chávez con respecto a las primarias de la MUD evidencian la preocupación que tiene el primer mandatario nacional por la realización de unas elecciones abiertas, democráticas, transparentes en las que participarán no menos de 5 millones de personas, y de las que saldrá un candidato ( o una candidata) totalmente fortalecido, legitimado y con la fuerza política y moral suficiente para derrotarlo el 7 de octubre de este año.
Chávez, quien se presenta ante el mundo como el presidente más democrático que hay en toda la vía láctea, no quiso someterse a unas primarias internas dentro de su propio partido por temor a no salir bien parado. Peor aún: no quiso que la militancia del Psuv, que según dicen es de 7 millones de personas (cifra que nadie cree) escogiera en elecciones primarias a los candidatos a las Gobernaciones y Alcaldías, sino que ha preferido ser él mismo quien, a dedo, los designe sin consultar a las bases, tal cual como ya ha hecho con Nicolás Maduro, Tareck El Aisami y Francisco Arias Cárdenas.
El país y el mundo entero han podido observar con detenimiento los dos modelos de democracia que se disputan en Venezuela: 1) la democracia personalista, dedocrática y dictatorial de Hugo Chávez, donde no hay elecciones de base, donde no hay consulta a la militancia, donde no hay participación, y donde se prohíbe incluso hablar de aspiraciones a cargos de representación popular sin la autorización del jefe y 2) la democracia que promueve la MUD y los partidos políticos que la integran, donde se realizarán primarias en 18 estados y en poco más de 270 municipios para escoger candidatos a alcaldes, gobernadores y un candidato a la Presidencia de la República.
Esa demostración de democracia que está representada en las primarias es lo que no le gusta a Hugo Chávez. Por eso ha desatado esa campaña contra las Primarias, campaña que sin lugar a dudas se incrementará en los próximos días, como un gesto desesperado, que intenta a cómo de lugar generar abstención y bajar los altos niveles de participación que muestran todas las encuestas, incluyendo las que hace Jesse Chacón.
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La respuesta de los venezolanos demócratas a los ataques de Chávez contra las primarias debe ser la de una mayor participación. El gobierno busca unas primarias con baja participación, para poder atacar al candidato que resulte electo en esos comicios. Unas primarias con una votación superior a los 5 millones de electores le enviaría un claro mensaje al Presidente: si somos capaces de mover 5 millones el 12 de febrero, imagínate lo que seremos capaces de hacer el 7 de octubre.
Cada uno de nosotros debe convertirse en multiplicador y en movilizador en estas elecciones primarias. No importa por cual candidato vayas a votar, lo importante es que salgas a votar. Los que estén con Capriles, con María Corina, con Leopoldo, con Diego con Medina o los que como yo, estamos con Pablo Pérez, debemos estimular la participación de los electores y reducir a su mínima expresión los niveles de abstención.
Las primarias son el primer gran paso para la recuperación de la democracia venezolana. Y Chávez lo sabe. A mi particularmente me habría gustado una elección manual, sin las máquinas del CNE, pero la MUD decidió lo contrario y hay que acatarlo. Las primarias sin le participación de este CNE vendido y parcializado habrían servido para un doble propósito; en primer lugar, para escoger al sucesor de Chávez, y en segundo lugar, para demostrar que si se pueden organizar unos comicios en forma manual, sin máquinas y sin captahuellas que lo único que hacen es atemorizar a la población y muy especialmente a los funcionarios públicos que quieren salir de Chávez pero que tienen temor de que descubran por quien votaron.
Ya estamos en 2012. Año nuevo, presidente nuevo. Yo voto por Pablo Pérez. Pero respeto profundamente a quienes lo hagan por otro candidato. Lo importante es votar. Las primarias son el primer gran paso para salir de Hugo Chávez. Vota el 12 de febrero.
Gustavo Azócar Alcalá
Twitter: @GustavoAzocarA