Leroy no revela sus apellidos desde que tiene 190.000 dólares (casi 145.000 euros) en el banco. Y es que su instinto en la compra de arte le ha reportado un beneficio que ni el mejor producto financiero le habría ofrecido.
Leroy, un anticuario jubilado, tiene el hobby de ir por tiendas de antigüedades a comprar pequeños artículos que luego vende en Internet. Se saca algunos dólares y además se entretiene. Cuando vio un bodegón en una tienda cerca de su casa decidió pagar los tres dólares que le pedían. Pensó que le sacaría "100 o 200" en eBay por la pintura y otros 50 por el marco, que parecía del siglo XVIII.
Su nuera creyó que podía ser algo más, y cuál fue su sorpresa cuando algunos anticuarios le dijeron que la pieza podría llegar a 20.000 o 30.000 dólares.
Pero, finalmente, decidieron moverla e identificaron lo que tenían entre manos: un bodegón flamenco de 1650. Debía ir a subasta.
La pasada semana, un pujador anónimo se adjudicó la pieza por 190.000 dólares, casi 145.000 euros. Solo se sabe que el nuevo dueño del cuadro es estadounidense, aunque llegaron pujas desde cinco países más.
Leroy repartirá la mitad de lo ganado con su hijo y su nuera, y utilizará el resto para arreglar su casa.