El ayatolá Alí Jamenei ha recibido ya más de 16.000 «me gusta» en su cuenta de Facebook.
El líder supremo de Irán ha conseguido miles de «me gusta» a casi dos semanas de haber abierto su cuenta en Facebook.
El periodista del Servicio Persa de la BBC Bozorgmehr Sharafedin ha estado siguiendo lo que el ayatolá Alí Jamenei ha colgado en la red social y cómo han reaccionado los iraníes.
Hace ya un tiempo que Jamenei es activo en internet.
Tiene una página web oficial multimedia en 14 idiomas, un perfil en Twitter con más de 7.000 seguidores e incluso una cuenta en el sitio para compartir fotografías Instagram.
Su primera aparición en Facebook fue el 13 de diciembre, día en que publicó un enlace a una historia de su página de internet sobre un reciente encuentro con profesores universitarios de todo el mundo musulmán.
Aunque sólo ha hecho otro puñado de publicaciones, al parecer el ayatolá ha atraído mucho interés. Su número de «me gusta» asciende a más de 16.000 y sigue subiendo.
Muchos seguidores del sitio han añadido comentarios positivos en farsi.
«Espero que los ‘me gusta’ en la página suban mucho y muestren la popularidad de nuestro líder a los enemigos de la Revolución», se podía leer en uno de ellos.
Comentarios críticos eliminados
El uso de Facebook está vetado en Irán.
Más allá de la página, el estreno del ayatolá Jamenei en Facebook generó un ardiente debate en la blogosfera iraní.
Muchos en Facebook recuerdan que la red está vetada en Irán y que, después de los disturbios poselectorales de 2009, algunas personas fueron detenidas por tener cuentas en la red social.
En una evidente señal de desaprobación oficial hacia el sitio, el desfile militar del año pasado en la capital iraní, Teherán, incluyó un pequeño camión que portaba una cartel diciendo: «Facebook, el arma occidental en su guerra blanda contra Irán».
Incluso algunos de los que han apretado el botón «me gusta» en la página del ayatolá han subrayado esta contradicción.
«¿Cómo se explica que el líder pueda tener una cuenta de Facebook y nosotros no?», preguntó una persona.
Hasta ahora no ha habido respuesta oficial a esa pregunta, pero otros comentarios más críticos han sido rápidamente eliminados del sitio, lo que sugiere que en este punto Jamenei no tiene intención de entablar un debate con los usuarios.
«Cuando caiga Bashar al Asad, tú serás el siguiente», se leía en otra publicación que hacía referencia al presidente de Siria y desapareció del sitio instantáneamente.
Blogueros iraníes han estado haciendo bromas toda la semana sobre cuántas personas necesitará el ayatolá para que hagan el trabajo de eliminar los comentarios críticos en Facebook.
«La página de Facebook de Su Excelencia busca jóvenes para un trabajo de 24 horas para borrar comentarios críticos/ofensivos de su cuenta», decía una parodia de oferta de empleo esta semana. «Se ofrece buen salario».
Cuestionan autenticidad
En los medios de comunicación oficiales de Irán todavía se preguntan si la página del ayatolá en Facebook es genuina.
«¿Por cuánto tiempo podrá el ayatolá mantener su actitud de no hacer comentarios en Facebook, un sitio que se basa precisamente en la interacción y la aprobación?»
La agencia de noticias Mehr, cercana a la jerarquía, difundió una nota en la que decía: «¿Quién gestiona el Facebook del líder?».
En el artículo se señala que, desde que apareció la cuenta, han surgido al menos otras cinco páginas similares que dicen pertenecer al líder supremo.
Sin embargo, el hecho de que en la cuenta del ayatolá en Twitter se pusiera un enlace a la página de Facebook parece haber despejado las dudas, al igual que el hecho de que, aunque la cuenta haya sido ampliamente publicitada y comentada, todavía no haya habido comentarios o desmentidos desde la oficina del líder supremo.
¿Por cuánto tiempo podrá el ayatolá mantener su actitud de no hacer comentarios en Facebook, un sitio que se basa precisamente en la interacción y la aprobación?
El año que viene habrá elecciones presidenciales en Irán.
Muchos observadores dentro y fuera del país estudiarán con interés los esfuerzos del Jamenei y su equipo de Facebook por encontrar el equilibrio entre los «me gusta» y las críticas en un contexto tan político.