“La soberanía de Venezuela es frecuentemente violada en sus áreas fronterizas por la minería ilegal: garimpeiros extranjeros y mineros nacionales que trabajan ilegalmente la explotación de oro y diamantes; contrabando y entrada ilegal de extranjeros; el perverso narcotráfico y otros problemas originados por la situación de guerra que existe en Colombia desde mediados del siglo XX: incursión de guerrilleros colombianos y penetración de paramilitares y refugiados que huyen de la violencia. ¿Qué sabes tú del Plan Colombia?”.
El párrafo anterior no está incluido en un folleto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ni figura en alguno de los libelos que difunde la ‘revolución bolivariana’ contra la estrategia de seguridad impulsada por Bogotá. Este fragmento aparece en la página 37 del libro de ciencias sociales que el gobierno de Venezuela distribuye entre los estudiantes de sexto grado. (Lea también: Libres, mayoría de los 243 jóvenes detenidos en campamentos).
El texto en cuestión forma parte de la llamada Colección Bicentenario, que guía el sistema de instrucción diseñado por el Ministerio de Educación y ha sido detonante de una nueva controversia con la oposición y sectores de la sociedad civil que denuncian el intento de adoctrinar a los niños.
En la segunda página de los libros de la Colección Bicentenario presentan un cuadro con las principales autoridades del país. ¿El primero en ser mencionado? Hugo Rafael Chávez Frías, “comandante supremo de la Revolución Bolivariana”.
Los textos ensalzan la obra de Chávez, destacan las virtudes de las misiones sociales creadas por el difunto mandatario y meten la propuesta socialista hasta en las matemáticas. “En la empresa de propiedad social el Pana 2021 se empaqueta azúcar siguiendo los principios de solidaridad contenidos en la Constitución Bolivariana”, reza el encabezado de un problema de ecuaciones para niños de sexto grado.
“Desde mediados del 2011, el Gobierno ha distribuido gratuitamente a todos los alumnos de las escuelas oficiales estos libros. En total, son 70 títulos y más de 30 millones de ejemplares. En muchos de ellos, hay manipulaciones históricas, propaganda a los programas sociales del Gobierno, culto a la personalidad de Chávez y falsificación de hechos”, advierte Mariano Herrera, director del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas (Cice).
Herrera sostiene que el chavismo echa mano de una perspectiva maniquea para vender el socialismo como la panacea a todos los males y condenar al odiado capitalismo.
“La Colección Bicentenario está intensamente aderezada con propaganda del PSUV y eso es un delito, pues la legislación venezolana prohíbe el proselitismo partidista en las escuelas”, denuncia Lila Vega, portavoz de la Red de Madres, Padres y Representantes.
Vega recuerda que en su empeño por forjar al “hombre nuevo”, el chavismo ha manifestado abiertamente que persigue adaptar el sistema educativo a las necesidades del modelo socialista.
Junto a la Colección Bicentenario, el Gobierno editó millones de ejemplares de una constitución ilustrada para repartirla entre los estudiantes. ¿El protagonista de esta nueva versión de la Carta Magna? El de siempre:Chávez. Rodeado de niños, al lado del libertador Simón Bolívar o vigilando desde las alturas al pueblo, el fallecido comandante es el centro de la inspiración de los dibujos.
“Se trata de presentar a Chávez como el único símbolo de la nación y la revolución. Un gigante excepcional con seguidores leales, un líder que está por encima de la gente y que continúa con la misión de los héroes de la patria”, explica Tulio Ramírez, coordinador del Doctorado en Educación de la Universidad Central de Venezuela.
Ramírez indica que Mao, Stalin, Hussein, Gadafi, Kim Il Sung y Hitler también recurrieron a este tipo de mensajes para exaltar sus figuras. “Es una imagen recurrente en los regímenes autocráticos, que no se guían por leyes ni instituciones”, acota el académico, que acusa al gobierno del presidente Nicolás Maduro de “pretender involucrar a los niños en una suerte de religión chavista, donde se intenta deificar al líder”.
[Fuente: eltiempo.com]