Sólo dos días después de la publicación de su último disco, Blackstar, que coincidió con su 69º cumpleaños, ha muerto en su residencia, David Bowie -David Robert Jones era su nombre real-, según ha confirmado su hijo, Duncan Jones, y la cuenta oficial del cantante en Facebook. «David Bowie ha muerto en paz hoy, rodeado por su familia, después de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de vosotros compartirán el dolor por esta pérdida, rogamos respeto a la familia durante estos momentos de dolor», de acuerdo a un trabajo de Darío Prieto para El Mundo de España.
Por su parte, Duncan Jones (Zowie Bowie, según el nombre con el que le bautizó su padre), posteó en su cuenta de Twitter: «Siento decirlo, con pena, que es verdad. Estaré offline un tiempo. Os quiero a todos». El día de la publicación de Blackstar publicó una imagen con la portada del disco y el siguiente mensaje: «Tan orgulloso. Mi corazón estalla por ti».
La noticia ha sorprendido a fans de medio mundo en el arranque de esta semana, y más aún después del reciente lanzamiento de su nuevo disco. Pero, de repente, todas las piezas han empezado a encajar. El secretismo y el misterio que ha acompañado al autor de Heroes desde su regreso por sorpresa, hace justo tres años, con su álbum The next day y su negativa a dar declaraciones y conceder entrevistas, que en un principio se entendió como un juego de promoción a la inversa, ha servido para ocultar el drama. De igual forma, la muerte de uno de sus compañeros de aventuras musicales en esos 70 que fueron sólo suyos, Lou Reed (1942-2013) pilló por sorpresa a varias generaciones de amantes de la música.
David Bowie muere a los 69 años de edad
La muerte de Bowie deja un vacío irremplazable dentro de la música popular. Desde sus comienzos mods a finales de los 60, pasando por la teatralidad de sus primeros discos en aquella década (con Space oddity como primer éxito), su carrera ha sido un proceso de reinvención y exploración de nuevos territorios: el glam y la redefinición del concepto de estrella en los 70 con Hunky dory y Ziggy Stardust. Ese venerado disco, en el que relata la inverosímil historia del personaje Ziggy Stardust, un extraterrestre bisexual y andrógino reconvertido a estrella del rock, aunó dos de las obsesiones del cantante: el teatro japonés kabuki y la ciencia ficción. Pero ese excéntrico personaje fue tan solo una de las muchas y variopintas personalidades que adoptó a lo largo de su carrera, como los otros alter ego de su cosecha creativa: Aladdin Sane o el Duque Blanco. Una reinvención incombustible que le permitió coquetear con facetas diferentes durante su prolífica trayectoria.
En 1975, llegaría su primer éxito en Estados Unidos de la mano de su sencillo Fame, un tema que coescribió con John Lennon; el soul blanco de Young americans; la trilogía berlinesa junto a Brian Eno (la de Low y Heroes); la fiebre post-disco de los 80 con Let’s dance; los innovadores 90 de electrónica y drum’n bass, con Earthling; y, finalmente, esta segunda década de siglo, con dos álbumes gloriosos para la despedida.
En 2006 el cantante anunció que se tomaría un año sabático y a partir de ahí muchos de sus incondicionales lloraron una prolongada ausencia que dio pie a todo tipo de rumores sobre su salud, informa Efe. Ese retiro musical fue quebrado tan solo con alguna colaboración esporádica y puntual como su aparición por sorpresa en un concierto de David Gilmour (Pink Floyd) en el Royal Albert Hall de Londres en 2006 o su colaboración en el álbum de canciones de Tom Waits que publicó en 2008 la actriz estadounidense Scarlett Johansson.
Tras 10 largos años de mutismo, Bowie resucitó en 2013 a los 66 años con el lanzamiento de The Next Day, un disco producido por el veterano Tony Viscontti, su hombre de confianza, que enamoró a la crítica con típicos elementos bowinianos. Y un año después sacó al mercado la antología Nothing Has Changed, con la que celebraba su medio siglo de carrera. Su último álbum fue Blackstar, puesto a la venta el pasado viernes, coincidiendo con su 69 cumpleaños. Para muchos, el músico más creativo que dio el siglo XX.