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El dominio absoluto de este desgobierno sobre el resto de los poderes públicos se demuestra impúdicamente en las múltiples violaciones a las leyes. Como ejemplo, el Poder Electoral, si así lo podemos llamar, ha permitido que en nuestra ciudad se ultraje la Ley Orgánica de Procesos Electorales, permitiendo al candidato de Maduro, (si, porque Pérez Pirela intenta camuflar su relación con él), colocar un circuito de vallas que incumplen la LOPRE, tan pregonada como un logro de la mal llamada revolución.
Pero quiero analizar este hecho desde tres perspectivas: la legal, la política y la moral.
El artículo 204, numeral 1, del Reglamento General de la LOPRE expresa: “No se permitirá la propaganda electoral que: 1. Se produzca fuera del lapso de la campaña electoral establecido por el Consejo Nacional Electoral;”.
En dichas gigantografías, sin el mínimo respeto a la ley, aparece la cara del advenedizo candidato, el arco iris multicolor y la palabra ALCALDE, con lo cual se evidencia, el tamaño del desprecio a las leyes y la impunidad con la cual gobiernan los rojos en el país.
Pero más grave es que en ninguna de ellas aparezca el obligatorio RIF que exige también la ley y que determina quién pagó la valla. ¿Es que acaso quieren ocultar que las pagó la Gobernación del Zulia?
Preocupante es además que el CNE, árbitro electoral, debió actuar de oficio, ya que es público y notorio el abuso de las vallas en toda la ciudad, pero como no lo hizo, acudimos con el equipo regional de Voluntad Popular el pasado 18 de este mes a impulsar la denuncia. A la fecha no tenemos respuesta. El organismo comicial debe demostrar si hará cumplir su propio reglamento aprobado en enero 2013, o va a ser cómplice de la flagrante violación electoral.
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Pero estas vallas también dan lugar a la suspicacia política. Todos han notado la ausencia del rojo característico de las campañas del chavismo. La colorida valla «guabinea» sustituye el rojo por un magenta, (denominación que se da a ese color en las artes gráficas), también llamado fucsia. Revelando además su debilidad y desesperación. Así sueñan y pretenden revertir la histórica derrota del chavismo en Maracaibo. Malas noticias para los «rojitos»: Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Y ya por último, pero no menos importante, esta la inmoralidad de tener más de 31 vallas, cuando sólo la de la Circunvalación 1 cuesta 700 mil bolívares fuertes. Gastar eso en una pre campaña mil millonaria, en medio de una dura crisis económica, es una falta total de respeto a los zulianos.
Lester Toledo / @LesterToledo