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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha recurrido a los artistas de la farándula, cantantes, actores de culebrón y deportistas que mejor se han adaptado al chavismo para intentar ganar las elecciones regionales previstas para el próximo 8 de diciembre. Así lo reseñó el diario ABC de España en su página web:
De forma sorpresiva, Maduro nombró por su cuenta y riesgo al cantante y jugador de beisbol Antonio «El Potro» Álvarez como candidato oficialista para la alcaldía de Sucre, en el estado Miranda; al animador de televisión y actor de telenovelas, Winston Vallenilla, para la alcaldía de Baruta; al filósofo y al presentador de un programa de televisión Miguel Ángel Pérez Pirela para la alcaldía de Maracaibo.
Sin embargo, el hecho de haber tomado esta decisión sin consultar con nadie ha causado serios problemas en las filas del chavismo, donde se ha registrado una especie de «rebelión en la granja».
El portal oficialista «aporrea.org» ha criticado tales decisiones y algunos ya están empezando a recoger los vidrios rotos. Es más, José Luis Castañeda, dirigente del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV, partido en el poder) ha anunciado que presentará su propia candidatura a la alcaldía de Sucre frente a la del deportista «El Potro» Álvarez avalada por el propio Maduro.
La oposición califica de «paracaidistas» a estos artistas del chavismo pasados a la política activa. E ironiza sobre su designación colgando muñecos de paracaidistas en los postes y puentes de las autopistas.
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Frente a estas críticas, Nicolás Maduro defiende vehementemente la dedicación política de los artistas del chavismo. «Yo quiero sumarme a todos los venezolanos que están defendiendo el derecho que tienen todos nuestros artistas, cantores, actrices, actores, dramaturgos, pintores, poetas (…) a regir los destinos de esta patria así sea como alcalde o gobernador», dijo en un acto del Gobierno. Y apuntando a la oposición, afirmó: «No puede ser que ellos sean tan discriminadores, que desprecien tanto una actividad humana tan bella como es ser actriz o ser actor o ser cantante de música popular, rap, hip hop, rock, salsa, o ser el primer presentador de este país», dijo en alusión a Vallenilla, animador de televisión.
Sin embargo, las críticas a Maduro por la designación a dedo de candidatos electorales –artistas y políticos– no viene solo de la oposición. En las filas del chavismo hay un fuerte descontento por lo que consideran una decisión impuesta desde arriba y sin contar con la militancia. Unos mil militantes del PSUV del municipio de Buroz, en el estado de Miranda, presentaron su renuncia como una forma de manifestar su contundente rechazo contra la decisión adoptada por «el cogollo del partido» al imponer como candidato al actual alcalde Deivis Cáceres. Celedonio Martínez, dirigente y jefe de patrulla chavista, afirmó que esta es la primera de varias acciones a tomar por parte de unas 420 unidades de batalla en la localidad.
Oposición fraccionada
Pero la oposición también tiene graves problemas para mantener la coherencia de sus filas. La pugnacidad de los partidos que forman la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) amenaza también con resquebrajar la unidad de la alianza. Es el caso del Movimiento al Socialismo (MAS) que decidió concurrir en solitario a las elecciones en vez de en el «ticket» único de la coalición, que celebró sus primarias el 12 de febrero pasado. De esta forma se dará el caso, por ejemplo de que algunos municipios de Caracas, como Baruta, Hatillo y Libertador son codiciados por varios candidatos opositores, que competirán entre sí, pese a que saben que así pierde fuerza la oposición en su conjunto.
[Ver reportaje original en ABC.es]