Así reseña el medio español la crisis que afecta hasta a los muertos de nuestro país: Los venezolanos tienen que hacer cola hasta para morirse por la escasez de ataúdes. Aunque parezca insólito en un país petrolero la crisis del desabastecimiento de materiales ha afectado también al sector funerario que está padeciendo el déficit de urnas mientras crece la demanda por presentar una de las tasas más altas en homicidios.
El desabastecimiento industrial ha tocado las puertas de los sectores automovilístico por la falta de repuestos, el de la prensa escrita por la falta de papel, el farmacéutico por las medicinas, y ahora le toca el turno a las funerarias de buscar materiales difíciles de encontrar como láminas de metal, barniz, satín y madera.
Preferencia por la cremación
La producción de urnas ha caído a la mitad, según señalan los miembros de la Cámara de Funerarias consultadas por ABC. Explican que los clientes han tenido que turnarse en las cajas funerarias y reciclarlas para luego incinerar a los fallecidos. Muy pocas funerarias, como la conocida «Vallés» o «Jardines del Valle» prestan el servicio de cremación, una solución que es más económica que el entierro tradicional, pero hay que hacer cola porque ahora más del 50% del público optan por esta vía.
Los precios de los servicios funerarios también han subido de manera exorbitante, más de 619%, denunció el actual ministro Hebert García Plaza cuando era jefe del Órgano Superior para la Defensa Popular de la Economía. «Aquí tiene que haber algo de sensibilidad humana, no pueden hacer de este negocio algo financiero», dijo.
La industria funeraria enfrenta el paro laboral de la Siderúrgica del Orinoco, SIDOR, que ha suspendido la fabricación de láminas de metal desde hace varios meses y una inflación galopante que en mayo pasado registró una subida anualizada superior a 60%.
Fuente [Abc.es]