El consumo habitual de tomate y otros alimentos basados en este vegetal ayuda a prevenir los derrames cerebrales, según revela un estudio de la Universidad de Finlandia Oriental publicado en la revista científica "Neurology".
El estudio, dirigido por el investigador finlandés Jouni Karppi, muestra que las personas que comen tomate con frecuencia tienen hasta un 55 % menos de probabilidad de sufrir daños cerebrovasculares como derrames o isquemias (disminución del riego sanguíneo en una arteria del cerebro).
Según Karppi, esto se debe a que los tomates tienen un alto contenido en licopeno, un antioxidante del grupo de los carotenoides que da a ciertas frutas y verduras su característico color rojo.
"Este estudio se suma a los indicios que sugieren que una dieta rica en frutas y verduras está asociada a un menor riesgo de accidentes cerebrovasculares", sostiene Karppi.
Para realizar la investigación, el profesor finlandés y su equipo examinaron durante un promedio de doce años a un grupo de 1.031 varones de edades comprendidas entre los 46 y los 65 años.
Durante ese tiempo, un total de 67 personas sufrieron algún tipo de ictus, de los que 50 fueron isquemias cerebrales.
Después de analizar muestras de sangre, descubrieron que los varones con una mayor concentración de licopeno tenían un 55 % menos de probabilidades de sufrir un ictus, mientras que el riesgo de padecer una isquemia cerebral se reducía un 59 %.
Según los expertos, el ictus afecta a una de cada seis personas en los países desarrollados y es la primera causa de muerte entre las mujeres.