¿Alguna vez te has detenido a leer las etiquetas de los alimentos que llevas a tu boca? ¿Qué contienen? ¿Sabes qué entra a tu organismo? Muchas veces nos dejamos llevar por palabras como "light", porque pensamos que será un producto que nos hará "menos daño", pero debemos tener como referencia muchos otros datos importantes.
¿Cómo cuáles? Para iniciar hay que checar la tabla nutrimental, puesto que ésta nos dará información sobre los nutrientes, grasas, hidratos, proteínas del producto. De esta manera podemos checar si va de acuerdo a la ingesta de calorías que llevamos de dieta. Entendamos que dieta no es que tengamos una manera rigurosa para comer, simplemente que consumamos menos calorías de las quemamos para poder mantener un peso equilibrado, y con ello una buena salud al evitar las complicaciones que llegan con la obesidad, como enfermedades cardíacas, por ejemplo.
Sin embargo, es también importante que aprendamos a leer "entre líneas", pues muchas de las frases o palabras utilizadas por las empresas mercantiles, pueden ser engañosos. Hagamos un repaso de aquellas a las que les debes poner principal atención, de acuerdo con quo.es,directoalpaladar.com y youngwomenshealth.org.
1. Light. Se supone que si vemos esto en una etiqueta, significa que el producto tiene un 30 por ciento menos calorías que la versión normal; pero, por ejemplo, si se trata de un alimento que contiene grandes cantidades de azúcar, aunque exista una disminución, no significa que sean menos calorías de las que deberíamos consumir. ¿Light? ¿Qué tantas calorías tiene?
2. 90 por ciento libre de grasa. Para leerlo más fácil, debería decir: Contiene 10 por ciento de grasa.
3. Contenido en grasa M.G.E.S. Aparece en muchos quesos, como el contenido de la grasa en porcentaje, pero las siglas en realidad indican el porcentaje de Materia Grasa del Extracto Seco, es decir, lo que queda del queso cuando se le extrae toda el agua. Por ejemplo, si un queso tiene el 50 por ciento de agua, por cada 100 gramos tendrá 20 gramos de grasa.
4. Natural, casero, receta tradicional… Ninguna de estas palabras está regulada, así que cualquier producto la puede llevar sin importar su modo de producción. Así que no te confíes, no porque la etiqueta diga que es "hecho en casa", quiere decir que lo sea.
5. Fuente de… Alto contenido en… Para que un alimento pueda ser considerado "fuente de", debe contener al menos un 15 por ciento de la Cantidad Diaria Recomendada (CDR); y para que pueda ser "Alto contenido en…", el producto debe tener un 30 por ciento de la CDR. Pero "aguas", aunque lo diga, hay que tomar en cuenta que la CDR puede ser muy pequeña y hasta insuficiente en algunas vitaminas.
6. Sin o 0 por ciento. Cuando dicen que no tiene azúcar, es porque tiene; al menos un 0.5 por ciento de ella. Cuando dice que no tiene alcohol, contiene hasta un 0.05 por ciento. Así que decir 0 por ciento o "sin", en realidad significa que tiene 0.5. Poco, pero tampoco nada.
7. Sin azúcar añadido. No se añade azúcar, pero sí azúcares. Por ejemplo, cuando compras un jugo de frutas, la glucosa y la fructosa son azúcar que al agregar una fruta más, se convierte en azúcar más.
8. Bio, Vita, Activo. Generalmente lo leemos en Yogurt y significa que es de producción ecológica. Ningún otro término lo garantiza.
9. Sobre los contenidos. Sodio: Un gramo de sal o más por cada 100 gramos. Se considera bajo 0.25 gramos de sal por cada 100 gramos. Grasas Totales: 20 gramos o más cada 100 gramos es alto; moderado entre 5 y 20 gramos por cada 100; y cuando tiene menos de 5 gramos por cada 100 gramos del alimento se considera bajo. Azúcar: 10 gramos o más de azúcar por cada 100 gramos es alto; moderado entre 2 y 10 gramos por cada 100 y para ser bajo tiene que ser menor a 2 gramos por cada 100.
10. Recuerda que no cada que compres un alimento tienes que checar la etiqueta, pero puedes hacerlo ocasionalmente para conocer cuáles son los productos que van de acuerdo a tus necesidades calóricos y en general de salud. Checa la tabla a continuación para aprender a leer bien la información nutricional.