En la octava fecha por las eliminatorias al mundial Brasil 2014, Venezuela visitaba Asunción convencida de superar lo ocurrido cuatro días atrás en Lima, y regresar a casa con tres puntos más en la “alcancía” de Farías. La Vinotinto no solo logró tres puntos vitales, sino que le dio una bofetada a la historia del fútbol sudamericano, al conseguir una victoria en un suelo donde nunca habíamos anotado ni un gol.
El estadio “Defensores del Chaco” fue el escenario donde la selección venezolana ha escrito una nueva página dorada en la historia de nuestro fútbol, lograr una victoria en un territorio mas que hostil, ante una selección paraguaya necesitada de puntos, y en un momento donde nuestro avance a Brasil 2014 se hacía muy tormentoso, es el mérito de un cuerpo técnico que entendió que nuestros jugadores tienen la capacidad, la técnica y el coraje necesario para plantarse de otra forma en cancha enemiga.
La apuesta de Farías de arriesgarse por el ataque en momento de necesidad de puntos, rindió frutos muy dulces para el combinado criollo; ese factor sorpresa ante una Paraguay que esperaba a una Venezuela netamente defensiva fue la clave de la victoria Vinotinto. El DT Cesar Farías apostó por cambios drásticos en el esquema de juego, hasta 6 jugadores diferentes al once titular que enfrento a Perú el pasado viernes, y lo más importante, un cambio de actitud, que le dio a Venezuela mucho volumen de juego y salida en ataque para generar jugadas de peligro en el área rival.
Desde el primer minuto se pudo ver planteamiento ofensivo de Venezuela y el desconcierto paraguayo por la iniciativa de ataque de la Vinotinto, donde se llegó al arco rival con bastante claridad y facilidad, generando hasta 3 tiros libres en ese primer tiempo, cobrados por Arango, sin fortuna de gol. Pero como era de esperarse, este vistoso volumen de juego nacional, no escapaba a los riesgos de contraataques guaraníes, como en efecto ocurrieron a lo largo de todo el partido, y que el nuevo portero titular de la selección, Danny Hernández, se encargo de detener “goles cantados” para mantener a salvo su arco.
El arquero Hernández fue sin duda una de las figuras más importantes de esta victoria, siendo el primer cambio, y por que no, el mas radical de los 6 realizados por Farías, darle la confianza a este joven guardameta, que ya había mostrado sus dotes en un partido amistoso previo ante Japón, fue una de los grandes aciertos de la dirección técnica en este partido. Hernández de 26 años y 1,96 metros de estatura, muestra condiciones físicas y técnicas más que suficientes para ocupar la titularidad del arco venezolano de aquí en adelante en esta eliminatoria.
El ataque nacional se vio recompensado cuando ya casi caía el pitazo del final de la primera parte, mediante un pase magistral del “Maestrico” González a Salomón Rondón, quien no perdono y la mando a guardar para el 1-0 antes del descanso. Precisamente el primer gol es gestado por dos de las variantes en la titular para este partido, otro acierto del cuerpo técnico, así como las incorporaciones Josef Martínez, quien resulto desequilibrante para la defensa paraguaya, y el regreso de Franklin Lucena, después de recuperarse de una lesión, quien demostró su jerarquía en la selección.
Al inicio de la segunda mitad salió una Paraguay mas decidida a atacar y buscar el partido ante la necesidad, pero se encontró con una Venezuela que siguió atacando y defendiendo desde el medio campo, y el partido se volvió un ida y vuelta, con ocasiones para ambos conjuntos y donde el combinado nacional se llevó la mejor parte al concretar el segundo gol tras un potente tiro libre del capitán Juan Arango que no pudo retener el arquero Villar, reboto en un defensa paraguayo y fue a caer a los pies de Rondón, para marcar el definitivo 2-0 del partido en Asunción.
El cambio en punta de “Miku” Fedor por Salomón Rondón fue el mayor de los aciertos de esta noche, se concreto lo que se esperaba desde el inicio de la eliminatoria, que el nueve (9), el delantero, sea quien anote los goles que necesita el equipo para concretar los resultados. Para poder llegar a Brasil 2014 necesitamos una selección que tenga variantes y que no juegue siempre de la misma forma y con los mismos recursos; sí, debemos explotar y concretar cualquier oportunidad a pelota parada, pero este no es nuestro único recurso.
Demostramos que somos más que un país de beisbolistas, que tenemos nivel sudamericano, que el que no arriesga, no gana, y que a veces, la mejor defensa es el ataque.
Así lo ve AJ.
Por Antonio José Rosal / @AJRosal