El 31 de agosto de 2012 ocurrió una gran llamarada solar, lo que llamó la atención de este suceso fue el inmenso tamaño que tuvo esa erupción solar, fue de 800.000 kilómetros de largo.
El filamento solar se desplazó a unos 900 kilómetros por segundo.
Si comparamos a la tierra con la erupción solar nos damos cuenta del tamaño insignificante de nuestro planeta… y a veces como personas nos creemos grandes y más que otros.