Crisis como la de la leche infantil adulterada o las sandías que explotaban han causado desconfianza entre la población y los que pueden producen sus propios alimentos por seguridad.
Muchos profesionales de las ciudades chinas vuelven al campo los fines de semana para convertirse en agricultores. Pero no lo hacen por gusto.
La serie de crisis de seguridad alimentaria que ha tenido lugar en China en los últimos tiempos han intensificado la desconfianza de la población sobre el estado de los productos que se venden en tiendas y mercados.
Por eso, los que tienen tiempo y dinero para hacerlo prefieren cultivar sus alimentos.
bbc.co.uk