El Ejército israelí prueba hoy un sistema de alertas a móviles para la población civil y, según los medios, está acumulando municiones y raciones de alimentos a lo largo y ancho del país: ¿se está preparando Israel para un próximo enfrentamiento con Irán?
Tras el demoledor reproche que una comisión interna hizo a los poderes públicos tras la guerra contra Hizbulá en 2006, por la falta de preparación y errores en el proceso de toma de decisiones, las autoridades no quieren que les cojan con la guardia baja si finalmente se produce una contienda con Teherán.
El ataque a las instalaciones nucleares iraníes -con el que el primer ministro Benjamín Netanyahu y el titular de Defensa, Ehud Barak, amenazan día sí, día también- derivaría, según los analistas, en una lluvia de misiles desde Irán que podría complicarse con ataques de Hizbulá desde el Líbano y de milicias palestinas desde Gaza.
En los últimos días, los debates en los medios sobre la conveniencia de atacar o no a Irán y sobre si hacerlo sin el visto bueno de Washington han empezado a dar paso a análisis sobre la preparación del país para el escenario que seguiría a la agresión.
"Israel se está preparando para una confrontación en las próximas semanas. Pero eso no significa que haya una decisión tomada. El análisis es que se está preparando a las tropas que participarían. Los pilotos, los aviones y también a las ciudades para que puedan absorber los ataques posteriores", explica a Efe Amir Rapaport, analista militar y editor jefe de la revista Defensa Israelí
Según él "el clima indica que podría haber una guerra en las próximas semanas o meses. Lo más importante es preparar los equipos militares" para una contienda "muy complicada, con posibles ataques simultáneos desde tres frentes".
"Los sistemas antimisiles de corto y largo alcance, Iron Dome y Arrow 2, están operativos y podrían interceptar la mayoría de misiles y cohetes. Está pendiente el sistema David Sling, para misiles de medio alcance, que no estará operativo hasta finales del 2013", añade este experto.
Según el diario Yediot Aharonot, el Ejército ha decidido aumentar las municiones y reservas de provisiones en muchas bases militares y está almacenando decenas de miles de raciones de comida y otros productos en todo el país.
El jefe de la Dirección de Tecnología y Logística, general Kobi Barak, ha sacado un concurso para que empresas privadas ofrezcan sus instalaciones para almacenaje militar, asegura el periódico.
Esta semana, el Ejército prueba un sistema para alertar por mensajes de móvil a los residentes de una población determinada en la que se detecte que va a caer un misil.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, afirmó ayer que se han hecho muchas mejoras en la preparación de la defensa de la retaguardia, para lo que mantiene reuniones con los responsables cada dos semanas desde que accedió al puesto en 2009.
"Hemos invertido miles de millones (…) para defender las instalaciones, instituciones y hogares. Entrenamos para varios escenarios (…), estamos mejorando de forma completa nuestros sistemas de alerta y hacemos otras cosas que no puedo detallar aquí", explicó ayer el primer ministro, que añadió que Israel ha reforzado "la fortificación de estructuras y los refugios".
Era su respuesta a la portada del domingo del Yedioth, que titulaba, tajante, "Israel no está preparada para la guerra".
El diputado y jefe del Subcomité Parlamentario para Defensa del Frente Interior, Zeev Bielski, reconoció a Efe que "en los últimos años se ha avanzado mucho", pero mostró sus dudas sobre la preparación del país para una contienda inmediata.
"Hemos pedido al Gobierno que destine un mayor presupuesto a la protección de la retaguardia. Hay que reforzar las capacidades de las alcaldías, para que puedan atender a la población en una guerra. Quedan aún hospitales sin fortificar. La mitad de los israelíes no tiene máscaras de gas y no hay fábricas que las puedan proveer en un corto plazo, y un 25% de los hogares israelíes no tienen cuarto de seguridad blindado", se quejó.
Desde 1991 todas las casas en Israel tienen que construirse con un cuarto fortificado y, para las anteriores, "se están construyendo refugios, pero aún faltan en varias zonas. El gobierno debe destinar más dinero", señaló Bielski.
En el año 2000, Sanidad ordenó la fortificación de todos los quirófanos y UCIs y en 2006 decidió que un 70% de los hospitales tuvieran salas blindadas, pero muchas de las obras aún no se han completado y no se espera que estén hasta el 2015.
Según Yediot, hace una semanas el Departamento de Trabajos Públicos hizo un simulacro de la destrucción de todos los puentes del país, pero muchos de los planes para el funcionamiento de puertos y trenes en caso de emergencia aún no se han testado.
En un informe en diciembre, el controlador del Estado, Micha Lindenstraus, aseguraba que los refugios en escuelas y guarderías son deficientes y, recientemente, el ya ex controlador aseguró que Israel "debe hacer más" antes de estar listo para una guerra.
El profesor Efraim Inbar, director del Centro Besa de Estudios Estratégicos, de la Universidad de Bar Ilán, aseguró a Efe: "Nos estamos preparando para diferentes escenarios. Hacemos todo lo que podemos. Pero lo importante no es si estamos preparados o no, sino el precio que pagaremos si permitimos un Irán nuclear".
[Fuente: noticias.lainformacion.com]