Morel Rodríguez debe haberse confundido cuando analizó los lineamientos generales de la Gran Misión a Toda Vida Venezuela que anunció el Gobierno Nacional como la gran solución contra el flagelo de la delincuencia.
La Misión está conformada por tres comisiones: la primera, el Sistema de Justicia que incluye el Ministerio Público, Poder Judicial y Defensoría del Pueblo; la segunda, que incluye a los órganos de seguridad ciudadana, Cicpc, Protección Civil y Jefes de Bomberos; y la tercera, de Prevención Integral, que involucra a todas las organizaciones locales como instituciones educativas y sociales.
¿Qué es lo que pudo perturbar a Morel? Desde hace siete años viene pregonando a los cuatro vientos la necesidad de impulsar un entendimiento liderado por el presidente de la Republica, que incluya a todos los sectores de la sociedad en el compromiso de acabar con la plaga de la violencia que ha dejado unos 160 mil asesinatos, sin que nuestros gobernantes se hayan conmovido para nada.
La propuesta de Morel fue expresada a través de los medios de comunicación, en documentos enviados a diversos despachos oficiales y a otras instancias en un intento por frenar el derramamiento de sangre que enluta hogares por la pérdida de seres queridos, la mayoría jóvenes en edad productiva.
El mandatario regional insiste en que la inseguridad es enemiga del progreso y del turismo que debe ser nuestro principal generador de riqueza . Sin embargo su reiterado llamado no ha tenido eco.
Preocupan también a Morel otros factores que contribuyen con el ambiente de inseguridad: El apropiamiento indebido de bienes por parte del Estado que expropia y no paga, o por sectores impulsados desde el gobierno para invadir propiedades y generar temor, desinversión y atraso. Si no hay garantías no habrá inversión. El dinero huye ante cualquier posibilidad de riesgo.
Lamentable que la demagogia y los intereses electorales del partido de gobierno sean la motivación de la Misión Vida. Los invito a rezar por su éxito porque solo un milagro puede salvar una iniciativa que no tiene la voluntad política de quienes la promueven. Morel no es el padre de la Misión Vida, pero sin duda aportó un grano de arena.
Por: Alirio Bolívar