Finalmente no pudo ser. Aunque Samsung podía sentirse un poco más optimista respecto al futuro delGalaxy Tab 10.1 en Estados Unidos después de que la justicia le permitiera seguir vendiendo de forma temporal el Galaxy Nexus y de que en el Reino Unido se tiraran por tierra las acusaciones de que su tablet es un clon de Apple, el fabricante surcoreano no ha conseguido levantar el embargo provisional que pesa sobre su tablet en EEUU, que por ahora seguirá fuera de las estanterías.
La jueza Koh, que decretó el bloqueo inicial, ya ha dicho que las medidas para evitar la venta del Galaxy Tab en Estados Unidos no pueden ser retrasadas mientras Samsung prepara su apelación, de forma que seguirá lejos de las estanterías. La causa ya la conoces: Apple afirma que el tablet de Samsung viola su propiedad intelectual al copiar descaradamente el diseño del iPad, y aunque esto todavía no se ha probado legalmente, la jueza Koh estima que las similitudes entre ambos son tan elevadas que las ventas del Galaxy Tab estarían causando daños importantes e irreparables a Apple.
Así las cosas, a Samsung sólo le quedan dos salidas posibles: esperar al juicio del día 30 de julio y demostrar a la justicia que el Galaxy Tab no es un Judas, o devolverlo al tablero de dibujo para rediseñarlo y poder seguir así vendiéndolo en Estados Unidos.