Lanzamiento de troncos, croquet, cricket o golf: los británicos destacan en multitud de deportes, ausentes en los Juegos de Londres, pero si bien algunos resultan algo excéntricos, otros tienen aspiraciones reales de ser o volver a ser olímpicos.
La mayoría de ellos tiene su origen en los campos y la hierba del Reino Unido, como el fútbol, y todos se practican al aire libre.
En Fincley, al norte de Londres, los clubes de golf, cricket y bowls (equivalente a la petanca, pero jugado con grandes bolas sobre hierba) están a menos de diez kilómetros del Parque Olímpico.
"Sólo dejamos de jugar si el césped está mal y es para no dañarlo", explica el presidente del Finchley Bowls Club, Ron Raymond.
Londres cuenta también con una decena de campos de croquet, un juego muy competitivo. El objetivo de ese deporte, que se juega sobre hierba cortada muy a ras de suelo, es pasar las bolas con una maza por unos arcos.
Con un principio comparable está el polo, que se juega a caballo. Las reglas de ese deporte, que practica el príncipe Carlos y sus hijos, Guillermo y Enrique, fueron formuladas en Hurlingham, en el sudoeste de Londres, aunque el juego es originario de Asia.
Una variante, el polo a bicicleta, fue incluso deporte olímpico de exhibición a principios del pasado siglo, antes de ser abandonado.
La única prueba olímpica de cricket tuvo lugar en 1900, con sólo dos participantes, Gran Bretaña y Francia, pero el Consejo Internacional del Cricket, instancia dirigente de ese deporte está estudiando fórmulas para que reintroduzca como olímpico, aunque no será antes de 2020.
El golf ha vivido una suerte similar, con pruebas olímpicas únicamente en París-1900 y San Luis-2004, pero se va a reintroducir en el programa para Rio de Janeiro-2016.
Más populares y originales, las pruebas de fuerza de lanzadores de troncos, que se practican en kilt (indumentaria típica escocesa), por ejemplo, animan los Highland Games, unos eventos deportivos organizados cada año en Escocia, en homenaje a la cultura celta.
"Me gustaría pensar que la organización de los Juegos Olímpicos en el Reino Unido pudiera tener un impacto positivo en los Highland Games", comentó a AFP Ian Grieve, de la asociación escocesa que participa en el evento.
Las regiones inglesas también tienen deportes locales y en ocasiones campeonatos.
El Quoits, que consiste en lanzar anillos a una estaca plantada en la tierra, es muy popular en el noreste de Inglaterra. Por contra, el Wall Game, a medio camino entre el fútbol y el rugby, sólo se practica en el prestigioso Eton College, donde se forma la élite británica.
Actividades más curiosas, como el ‘queso rodante’ de Gloucestershire, en el sudoeste de Inglaterra, atrae cada año a miles de personas, que que se lanzan por una colina con una fuerte pendiente, persiguiendo un enorme Gloucester, el queso local. La prueba termina a menudo con varios lesionados.
Regresando a Finchley, los jugadores de bowls no parecen estar muy desilusionados por el hecho de que su deporte no sea olímpico.
"Voy a seguir los Juegos Olímpicos, pero de manera selectiva. Me gusta el baloncesto y la gimnasia, sobre todo los ejercicios de suelo. Hay que dedicar muchas horas de trabajo para lograr un buen resultado", destaca el presidente del club, Ron Raymond.