No tenemos muy claro a qué se ha estado dedicando el X-37B durante los 469 días que ha pasado orbitando alrededor de la tierra, pero algo nos dice que el no-tan-secreto avión espacial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos estaba haciendo algo más que comprobar la resistencia de sus remaches. Todo un logro, dado que oficialmente fue pensado para desarrollar misiones de nueve meses.
Esta nave espacial no tripulada construida por Boeing batió su anterior marca al regresar a la Tierra el pasado sábado tras más de 15 meses en órbita realizando diversos experimentos sin que hubiera un solo ser humano en su interior. Aunque realmente el propio X-37B es un experimento en sí mismo, dado según la USAF fue creado para investigar técnicas de reducción de riesgos y desarrollo de vehículos espaciales autónomos reutilizables. Otras lenguas hablan sin embargo de propósitos mucho más intrigantes, como espionaje e incluso bombardeo orbital, aunque la NASA ya ha declarado oficialmente que le gustaría utilizar su base para desarrollar vehículos de escape y de transporte de personal.
Tienes un vídeo del aterrizaje en Cabo Cañaveral tras el salto.