Elías, Alexander, Eufrán, Ernesto, José y Williams recordaran siempre aquellos momentos en que solo un milagro podía salvarlos después de un naufragio a unas 400 millas de Trinidad, que se prolongó de cinco días. ”Caballo Rojo”, su embarcación de pesca, fue azotada por una ola gigantesca que la dejó boca abajo sin posibilidades de recuperación. Pero estos pescadores tienen sus propios métodos de supervivencia y gracias a esas habilidades mantuvieron a flote el casco de la lancha y allí se ubicaron para enfrentar el sol inclemente, la lluvia y el frío que por las noches es casi inaguantable.
La tragedia está visitando con demasiada frecuencia a nuestros pescadores. A diario se escuchan relatos sobre experiencias en alta mar cuando son abordados por delincuentes que les arrebatan sus embarcaciones y el producto de su trabajo. Algunos han logrado nadar hasta la orilla después que son lanzados a las aguas, pero la mayoría muere y la desaparición queda en el misterio.
En el caso de estos pescadores que salieron desde Pampatar hacia Trinidad y Guyana se hace obligatorio dotarlos de equipos de localización satelital para poder socorrerlos en caso de una contingencia como la que vivieron. La Virgen del Valle, según ellos, hizo el milagro, pero no se debe abusar de sus bondades. Las capitanías de puerto y la Guardia Costera deben ser más diligentes y constatar a la hora de emitir el zarpe que en efecto las embarcaciones reúnen las condiciones necesarias y cumplen con todos los requisitos para hacerse a la mar. De esa manera contribuirían a salvaguardar las vidas de estos trabajadores.
Los pescadores de “Amigo Fay” no tuvieron la misma suerte y tres cadáveres repatriados a Margarita fueron sepultados el viernes mientras otros cuatro sobrevivientes están presos en San Vicente y Las Granadinas sin que las autoridades de aquel país hayan dado explicaciones sobre el porqué de la masacre y las detenciones, y sin que haya pronunciamiento oficial por la cancillería venezolana.
Elías, Alexander, Eufrán, Ernesto, José y Williams esperan ahora que Morel Rodríguez les ayude con recursos que les permitan adquirir nuevos motores, una embarcación y artes de pesca para reanudar sus faenas. A lo largo de su gestión el gobernador les ha construido rancherías para que guarden sus equipos de trabajo, modernas escuelas, casas de la cultura, canchas deportivas, créditos que ellos pagan oportunamente, los protege con pólizas HCM, sistemas de localización GPS y constantemente llegan a sus comunidades los programas sociales Cesta Alimentaria, Tren de la Salud, reciben aportes para mejorar sus viviendas y se procura darles atención integral, de allí la confianza que tienen en el gobernador amigo. No quieren políticos irresponsables que ni siquiera conocen pero que aparecen cada vez que hay elecciones con el propósito de pescar en rio revuelto.
Por: Alirio Bolívar