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La reina Isabel II visitó este miércoles por primera vez a su esposo, el duque de Edimburgo, de 90 años, en el hospital de Londres en el que está ingresado desde el lunes a causa de una infección de vejiga.
La soberana, de 86 años, permaneció alrededor de 50 minutos en el centro hospitalario King Edward VII, un día después de poner fin a las intensas y multitudinarias celebraciones de su Jubileo de Diamantes, sin que en las últimas dos jornadas la pudiese acompañar su esposo.
El príncipe Andrés, el segundo hijo de ambos, acudió también este miércoles al centro hospitalario a visitar a su padre, poco después de que llegase la reina.
Isabel II celebró desde el domingo hasta ayer martes en las calles de Londres sus 60 años en el trono británico, y es la única monarca británica que los ha cumplido además de su tatarabuela Victoria, que reinó desde 1837 hasta 1901.
Hoy, un portavoz del palacio de Buckingham indicó que la salud del príncipe Felipe, que el próximo domingo cumple 91 años, "ha mejorado considerablemente" desde el lunes, pero seguirá ingresado "los próximos días".
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"Continúa su tratamiento con antibióticos para su infección. Probablemente seguirá ingresado los próximos días", afirmó hoy un portavoz de palacio, quien aseguró que el esposo de Isabel II "está de buen humor".
Debido a sus problemas de salud, el duque no pudo participar en las multitudinarias celebraciones llevadas a cabo el lunes y el martes en la capital británica para festejar los 60 años en el trono de su esposa.
Antes de sentirse indispuesto, el duque de Edimburgo participó en el espectacular desfile fluvial de mil barcos por el río Támesis el pasado domingo, con temperaturas casi invernales y una incesante lluvia.