Sus trajes no tienen a los observadores de la moda de la realeza vueltos locos como ocurre con la duquesa de Cambridge o sucedía con la princesa Diana, pero la reina Isabel II ha desarrollado un estilo singular que ha durado con el paso del tiempo.
Su atuendo a lo largo de los últimos 60 años ha reflejado a la soberana como un símbolo británico de elegancia refinada y real. Los estilos que ha vestido han ido evolucionado hasta convertirse en su marca: colores monocromáticos con un abrigo y sombrero a juego.
Ni uno solo con tonos sombríos o apagados como negro o beige, la reina siempre ha tenido una preferencia por azules vívidos, verdes intensos y morados deslumbrantes en una variedad de tonos dramáticos.
En las últimas seis décadas, la reina ha empleado los talentos de varios diseñadores británicos. Uno de los primeros diseñadores fue Norman Hartnell, quien trabajó para ella en la década de 1940 y creó muchos de los vestidos de seda que vistió para varios eventos como una princesa joven glamorosa.
Como una reina recién coronada a principios de los 50, escogió al sastre de Savile Row, Hardy Amies para crear vestidos de noche elegantes para su cintura de 58 centímetros. Fue galardonado con la Royal Warrant (Orden Real) en 1955. Amies una vez declaró: “No visto a la reina. La reina se viste sola. Le proveemos su ropa; hay una diferencia”.
Dos décadas después la reina escogió a un diseñador joven, Ian Thomas, para suavizar su estilo con “vestidos de chiffon”, de acuerdo con el sitio web de la Monarquía Británica.
El diseñador de moda Karl-Ludwig Rehse comenzó a crear trajes para Isabel II en 1988 y la reina todavía viste sus diseños. También vistió a la reina madre y describe a la ropa de la reina como un uniforme de trabajo.
“Tienen que ser lo suficientemente cómodos para que la reina se ponga la ropa y quiera olvidarse de ellas", dijo a CNN.
“Tienes que considerar los diferentes países y los diferentes climas en los que serán vestidos. La reina se asegura que ella siga la tradición”.
Mientras que la mayoría de las personas no pueden imaginar lo que estará vistiendo el siguiente día, el guardarropa de la reina está planificado para meses con anticipación, dice Rehse.
“No es el caso que la reina vaya a algún lugar la siguiente semana y piense, ‘¿qué voy a ponerme?’ A veces está anticipado con seis o 12 meses, o más”.
Un patrón muy VIP
Una persona que actualmente está en el círculo interno de moda de la reina es el modista y diseñador de vestidos de novia, Stewart Parvi. Comenzó haciendo trajes reales en 2000 y recuerda el proceso secreto de selección que se llevaba a cabo antes de que empezara a trabajar para la reina.
“Al principio no me decían para quién era”, dijo Parvin a CNN.
“Era algo como, ‘¿puedes diseñar para alguien que es una persona muy prominente en el ojo público y quiere una imagen muy chic?’ creía que era para algún político o la esposa de un empresario. Hice un paquete de bosquejos pero no fue hasta que me escogieron que supe para quién era”.
“Ella es alguien que está muy interesada en su ropa. Siempre tiene una opinión y tiene una opinión muy informada y sabe cuándo está bien y cuándo está mal”, dijo Parvin, quien diseña dos colecciones de moda al año y en 2007 fue galardonado con la Orden Real; que se le da a los diseñadores que han trabajado para la reina por cinco años o más.
Un conjunto para la Reina
Ambos, Parvin y Rehse dijeron a CNN que la reina está muy involucrada en el proceso de diseño, que culminan con ajustes en el Palacio de Buckingham.
“A veces escojo las telas y luego les propongo ideas, como lo haría para cualquier cliente”, dijo Parvin. “Creo un esquema, quizá cuatro diseños para una combinación de telas, luego las ve y escoge un diseño de inmediato o sugiere algunos cambios”.
Rehse dice que la reina le pidió que creara dos o tres alternativas diferentes para una tela particular que le gusta antes de tomar una decisión final.
“Recibo mucho información de la reina”, dijo Rehse. “La presión está allí pero me alegra mucho y es muy gratificante ver a Su Majestad vistiendo mi ropa en público”.
Además de los diseñadores, Isabel II tiene a una asistente personal, Angela Kelly.
La hija de una trabajador portuario de Liverpool, la modista Kelly originalmente se unió a la familia real como mucama antes de llegar a su posición actual. Estableció la primera modista en casa y ha diseñado algunos trajes para algunos de los eventos reales incluyendo la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton el año pasado.
Conocida por tener una relación cercana con la reina, ha sido señalado por varios observadores de la realeza que Kelly ha llenado las vacantes dejadas por las muertes de la hermana y madre de la reina. Kelly y su equipo utilizan telas nuevas y viejas cuando diseñan para la reina utilizando material que se les da de cuando la reina era una princesa, de acuerdo con el sitio web del Palacio de Buckingham.
¡Sombreros par Su Majestad!
Miliner Philip Somerville recibió una orden real después de 12 años de trabajar para la reina.
Ahora, cuando la reina sale, usualmente viste una creación de Somerville.
“Tienes que darte cuenta de que nunca estarás seguro cuando Su Majestad vestirá (un sombrero en particular)”, dijo. “Depende del clima en muchas ocasiones. También estás creando algo que tiene que ser muy utilizable y debe de estar en colores que le queden. Debe de ser vista en una multitud”.
Después de 33 años en el negocio, Somerville dimitió como el creador de sombreros de la reina entregando el negocio a Dillon Waltwork.
“He estado aquí por algún tiempo y siempre he tenido el estilo de Philip Somerville que es muy limpio, subestimado y elegante”, dijo Wallwork.
Crear un sombrero que se ajuste a la reina siempre es algo que genera presión, dice Wallwork.
“Sabes que estás bajo cierta presión porque lo que va a decir la prensa y la gente”, dijo. “Sabes que te van a ver. Hay ciertos estilos que puedes hacer y no puedes hacer, pero dentro de esos límites hay muchas cosas que puedes hacer. Es un reto pero la reina puede ser algo aventurera”.
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