Un hombre del sur de Israel, se está divorciando de su esposa porque ella adoptó a 550 gatos domésticos.
Según el periódico Times of Israel, el hombre no identificado se quejó en su divorcio que los cientos de gatitos eran un estorbo en su casa en todo momento: bloqueaban la entrada al cuarto de baño, invadían la cocina, y a la hora de comer le robaban su comida en la mesa.
Y aunque la pareja presuntamente buscaban la reconciliación, la mujer elige en última instancia a los gatos por encima de su marido, por lo que la pareja decidió ir por caminos separados, publica Huff Post.
Esta no la única historia de un divorcio de lo más insólito. En 2009, un hombre le exigió el riñón a su ex esposa que le había donado mientras estaban casados, una vez que el matrimonio colapsó él reclamó lo que era suyo.