Investigadores del Peninsula Medical School de la Universidad de Exeter (Reino Unido), aseguran que los masajes y otros tratamientos quiroprácticos también pueden producir efectos secundarios graves pero el problema, según denuncian, es que estos no se publican en los ensayos clínicos que se realizan para evaluar su eficacia.
Así se desprende de los resultados de una revisión de estudios publicada en la última edición de la revista The New Zealand Medical Journal.
Tras analizar 60 investigaciones, sólo una incluyó «información completa» sobre la incidencia y severidad de estos efectos, que pueden llegar a ser fatales.
Estudios previos ya habían revelado que la manipulación de la columna vertebral que se lleva a cabo durante la quiropraxia puede dañar las arterias que abastecen al cerebro, lo que puede tener consecuencias letales.
Sin embargo, y según ha explicado el autor de este estudio, Edzard Ernst, en declaraciones a la BBC recogidas por Europa Press, la «inapropiada falta de información» en esta intervención médica no es ética y «está creando una imagen falsamente positiva» sobre su seguridad.
En concreto, Ernst y su equipo revisaron las bases de datos sobre estudios sobre quiropraxia publicados entre 2000 y 2011, de los que se seleccionaron aquellos estudios en los que se habían comparado el uso de estas prácticas con otras intervenciones médicas en pacientes que presentaban algún síntoma médico.
En total encontraron 60 ensayos publicados, de los que la mitad (29) no mencionaban efectos adversos. En los que sí se hablaba de algún efecto adverso (31), un total de 16 aseguraban que estos no habían ocurrido entre los pacientes.
Las regulaciones para publicar un ensayo clínico establecen que debe informarse sobre todos los resultados del tratamiento, sean positivos o adversos, y, si no se encuentran efectos adversos, los investigadores deben establecerlo en el informe. «La información completa sobre incidencia, gravedad, duración, frecuencia y método de información de efectos adversos sólo se incluía en un estudio», señala este investigador.
Eventos graves
El experto ha recordado que hay informes de accidentes cerebrovasculares, desplazamientos de ‘stents’, embolismo renal, hematomas, úlceras de la pierna, daño de nervios, pseudoaneurismas, tromboembolismo pulmonar, ruptura de útero, todo lo cual ha ocurrido después de una terapia de masaje. «Y tenemos razones para sospechar que aunque han surgido muchos más efectos adversos, pero la falta de información es enorme», agrega.
El problema puede estar en el movimiento extremo que se lleva a cabo en el cuello durante la manipulación quiropráctica una arteria puede sufrir daños que pueden conducir a un evento cerebrovascular u otros trastornos vasculares.
El profesor Ernst ha asegurado no estar en contra de los masajes u otros tratamientos quiroprácticos, si bien admite estar en contra de que los investigadores de medicina alternativa «sean a menudo aficionados que piensan que el propósito de un estudio es promover su tratamiento en lugar de demostrar su seguridad o efectividad».
La conclusión, asegura este experto, es que «los efectos adversos están pobremente reportados en los últimos ensayos clínicos aleatorios realizados», lo que puede estar creando «una imagen falsa» sobre la seguridad de estos tratamientos.
«La mayoría de la gente cree que las terapias alternativas son seguras», dice el experto, que ha reconocido que para saber con certeza acerca de su seguridad son necesarios datos que brillan por su ausencia en el caso de este tipo de prácticas, algo «sorprendente e inquietante», ha lamentado.
(Fuente: Agencia)