Entre los numerosos cambios de Windows 8 tenemos que destacar la mejor gestión de detección y corrección de errores de unidades y volúmenes NTFS gracias a un mejorado chkdsk.
Cuando se corrompe el disco Windows debe aislarlo y solucionarlo mientras sigue ofreciendo acceso a los datos del mismo. Cuando se lanzó el sistema de ficheros NTFS se ofreció una aproximación simple a esa lógica echando un ojo a los archivos de sistema.
Cuando se encuentran errores, la unidad se bloquearía para arreglar los problemas y el acceso a los ficheros queda prohibido hasta que se pueda sanear el volumen.
El problema de este procedimiento es que toma mucho tiempo, hasta el punto de múltiples horas según el número de archivos en el disco. Microsoft ha hecho un trabajo brillante optimizando lautilidad chkdsk incrementando la velocidad y volviéndola mucho más eficiente.
En Windows 8 hay un nuevo esquema para sanear volúmenes NTFS tratando las corrupciones de manera individual y solucionandolas mismas en cuestión de segundos. Además de ello aprovechamos para comentar que el sistema de ficheros ReFS no requiere que chkdsk bloquee el disco para reparar corrupciones.
El nuevo método de saneo de volúmenes incluye un modo que soluciona automáticamente las corrupciones en tiempo real sin bloquear la unidad y por tanto reduce la necesidad de utilizar Chkdsk.
Según ha comentado Kiran Bangalore de Microsoft, este nuevo servicio que autorrepara corrupciones trabaja en segundo plano y no afecta al funcionamiento normal del sistema. Windows Server 8 hará gala de este sistema para volúmenes compartidos y unidades de red por lo que se eliminará cualquier tiempo de mantenimiento para solucionar corrupciones de ficheros NTFS.