Recientemente se difundió un vídeo a través de las redes sociales, la internet, y en televisión, donde aparecen varios jóvenes exteriorizando su percepción sobre la situación del país, haciendo énfasis en su visualización de la Venezuela del futuro y que papel les tocaría asumir.
Las juventudes siempre adoptan un modo de expresión que varía con el tiempo, la forma de vestir, cortes de cabello, un código en el lenguaje y esto siempre está en cambios constantes. Cada grupo tiene su propia expresión, unos más rebeldes, otros moderados, etc…, lo importante a destacar en este análisis, es que los muchachos que se expresaron a través de este vídeo, han sido expuestos a todo tipo de humillaciones, al menos en la expresión escrita manifestada en redes sociales como Twitter, pero donde deberíamos enfocar la crítica es que en los programas de opinión presentados por el canal del Estado, estos jóvenes han sido criticados de manera insidiosa, los moderadores de los distintos espacios de opinión se refieren a ellos en tono de burla, incitando a los usuarios de ese canal a que arremetan contra unas personas que “cometieron el delito de expresarse”, con su propio estilo, ¿Cuál es el problema?, son tan venezolanos como todos los demás, con sus propias aspiraciones y sus propias ideas, ¿Porque deberíamos tener todos la misma forma de pensar? ¿Se le critica la falta de cultura, de lectura, de consistencia en sus ideas? Porque si le vamos a exigir a ellos el nivel de análisis y densidad de Edmund Burke cuando hizo sus críticas a la Revolución Francesa, entonces que la “Autocracia Populista” muestre a sus exponentes, porque si a ver vamos, los intelectuales gobierneros no pasan de diez, y lo que son es unos marxólogos acuñando ideas trasnochadas, porque el calificativo de marxistas o comunistas les queda grande, si es que vamos a meter la los (robolucionarios) dentro de la dimensión de ese pensamiento.
La ciudadanía no debe tener temor para expresarse, que el video de esos muchachos compatriotas venezolanos, sirva para que otros se expresen. Los asalariados de la Autocracia Populista los encasillan como burgueses que desprecian al pueblo pobre en recursos económicos, pero no hay nadie que desprecie más al pueblo que los que hoy gobiernan, almorzándose la plata para ellos y sus familias, lanzándole las migajas a aquellos a quienes les crearon falsas esperanzas. Mientras a unos les niegan la pensión, otros se embolsillan el fondo de pensionados, cuando otros se anotan en la lista del seguro para que el Estado le suministre el tratamiento -que por derecho les corresponde- y la anhelada medicina nunca llega o le es negada, el otro está sobresaturado de tratamientos y medicamentos, así es la cosa en la Autocracia Populista que avanza a paso de vencedores. ¿Entonces quienes deben ser condenados: los muchachos de “Caracas ciudad de despedidas” o los gamberros gobierneros que disfrazan sus fechorías esperanzando a los venezolanos con promesas que no cumplieron ni cumplirán?
Por Salomón De Lima