No es muy difícil distinguir a un nomofóbico: en reuniones sociales y hasta en el baño habla por celular o manipula el teléfono para leer mensajes. Al menos cada dos minutos mira la pantalla, aunque no espere ninguna llamada. Puede olvidar todo menos su celular. Los lugares que no permiten el uso del móvil, como cines, bancos, aviones, ciertos restaurantes, iglesias, entre otros, le generan estrés.
Según informa El Comercio, especialistas españoles han detectado la “Nomofobia”, un enfermedad del Siglo XXI y que padece el 53% de usuarios de teléfonos celulares. Proviene del concepto en inglés ‘no mobile’; es decir, sin móvil o celular.
La Nomofobia es considerada una patología tecnológica y consiste en el miedo irracional a salir a la calle sin celular, olvidarlo, perderlo, que se descargue la batería o estar en una zona sin cobertura.
Una encuesta española señala que los hombres son los más afectados: 58% frente a un 48% de las mujeres. Quienes poseen un smartphone (teléfono inteligente) son más propensos a padecer la Nomofobia. El asunto también viene siendo estudiado por la Universidad de Kansas (EE.UU.) y por expertos australianos.
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