Hace algunos días te platicábamos el caso del joven inglés Liam Stacey, quien fue detenido por hacer comentarios racistas a través de su cuenta de Twitter. Finalmente se ha dictado sentencia y el resultado no ha sido nada favorable para él.
En su juicio, Liam confesó ser responsable de todos sus comentarios después de que anteriormente mencionaba que su cuenta había sido hackeada y que no era responsable (como todos lo hacen). Stacey también afirmó que se encontraba ebrio en el momento que lanzó esos Tweets.
Le ha salido bastante caro este comportamiento, ya que ha sido suspendido de la universidad y estará condenado a pasar 56 días en prisión. El fiscal del caso, Jim Brisbane afirmó que el lenguaje racista es inapropiado en cualquier tipo de medio y espera que esto sirva de advertencia a cualquier otra persona que piense que puede hacer comentarios en Internet sin enfrentar a la justicia.
Me quedan mis dudas: ¿con sentenciar con días de prisión lograrán terminar con este tipo de acciones en Twitter? ¿Tú que opinas de todo esto?