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La mayoría de las mujeres que ha tenido la valiosa fortuna de convertirse en madres aseguran que un hijo es el tesoro más valioso que se puede tener.
Sólo quien es madre sabe el significado de amar sin esperar nada a cambio, velar todos los días por aquel pequeño para que se encuentre bien, crezca y se convierta en un futuro en una persona de bien; incluso, es capaz de dar su propia vida.
Precisamente esto lo sabe Patricia Canosa, quien en las últimas horas se convirtió en noticia, al hacer público sus ganas de querer entregar su vida a cambio de que su pequeño hijo pueda salir adelante y crecer con normalidad.
Como dice alsurinforma.com, Patricia, una mujer argentina de 27 años de edad, en una acción desesperada por querer salvar la vida de su pequeño hijo Nicolás, de tan sólo dos años de edad, anunció en su perfil de Facebook que ponía en venta algunos de sus órganos de ella y de su pareja con el fin de recaudar fondos para una cirugía que requiere el niño.
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Con el título "Un órgano por una casa", este es el post que podía leerse en su muro:
"Me llamo Patricia Canosa, tengo 27 años y vendo un pulmón y un riñón para poder comprar una casa antes de la operación de columna que deben practicarle a mi bebé Nicolás Leiva, el día 19 de julio de 2012, en el hospital Garrahan. Soy cero positivo; no fumo, ni bebo bebidas alcohólicas, ni tampoco consumo drogas. No tengo antecedentes de enfermedades patológicas, ni significativas, lo hago voluntariamente. Acepto firmar acuerdo de confidencialidad, por favor difúndanlo, porque se me termina el tiempo en que puedo conseguir un hogar acorde a las necesidades de mi familia".
Cuando nació, Nicolás fue diagnosticado con el síndrome de Gondenhar, el cual provoca el desarrollo anormal de uno o varios tejidos u órganos, afectando principalmente la cabeza y el rostro.
Al niño este padecimiento le impide hablar y caminar; el lado izquierdo de su cara lo tiene totalmente paralizado, mientras que el lado derecho del cuerpo no se desarrolla de manera normal. Por si esto fuera poco, la enfermedad hizo que el bebé desarrollara hipotiroidismo central.
Patricia, desesperada porque su hijo pudiera crecer y llevar una vida como la de todos los niños, buscó ayuda profesional y los médicos de un hospital pediátrico de aquel país le han dado esperanzas de que con tan sólo un procedimiento quirúrgico, Nicolás podría aprender a caminar.
Tal y como indica laprensa.com.ar, al pequeño habrá que colocarle un implante de titanio en la columna y pasados seis meses, tiempo en el que se calcula su total recuperación, se le colocará un chaleco en la espalda con el cual se pretende que el niño aprenda y pueda ponerse de pie y andar. Posteriormente, habrá que practicarle una intervención en el pie, un corte en el frenillo de la lengua y una cirugía estética en el oído
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El problema radica en que durante todo ese tiempo, Nicolás necesitará tener en su casa ciertas condiciones que sus padres no pueden darle, pues a la familia sólo le alcanza para rentar una habitación y vivir en ella, un espacio que no cuenta ni con suelo, agua, ni gas.
Así que Patricia no dudó en anunciar en la red social la venta de sus órganos a cambio de una casa, pues prácticamente viven de la caridad y de lo que su pareja saca de vez en cuando, haciendo trabajos temporales.
"Sé que esto es ilegal y no pretendemos pasar por las autoridades, ni faltarle el respeto a personas que esperan un trasplante, pero la verdad es que 24 horas después del aviso, ya me llamaron ofreciendo dinero… En estos años me han ofrecido mucho y nunca me dieron nada. Entonces, hasta que no tenga nada por escrito, no bajo el aviso y sigo ofreciendo mis órganos", comentó la mujer en una entrevista.
El caso se volvió tan popular que ya está en manos del gobierno argentino; el ministro de salud de aquel país, Alejandro Cotilla, ya se puso en contacto con Patricia para ayudarles, tanto en la cuestión de la vivienda, así como en otras necesidades del niño; sin embargo, la madre del menor ha dicho que no cambiará su postura y que su oferta seguirá abierta hasta que esta promesa se cumpla.
