Es imposible pasearse por la historia contemporánea de Venezuela y dar un brinco a finales de febrero y caer directo a la Semana Santa, lamentable y tristemente tenemos la obligación de detenernos en ese 27 de febrero, revisar y hacer las comparaciones que sean necesarias para no caer más nunca en algo similar a lo ocurrido en esos días de aciago.
Entrando en materia es preciso recordar las oportunidades de oro que han aprovechado los dos últimos presidentes de Venezuela, mediante algunos eventos de los que no fueron actores, pero el buen tino político los ayudó de forma estrepitosa para llegar al poder. El Presidente Caldera (QEPD) se agarró los micrófonos en la Asamblea Nacional para justificar sin pelos en la lengua el golpe fallido del 04 de febrero, después de su discurso elevó su popularidad y alcanza la primera magistratura, paradójicamente al poco tiempo firma el decreto de libertad de los militares golpistas mediante sobreseimiento, es decir, no consiguieron pruebas o no hubo delito alguno, bien extraño, entonces los soldados muertos y la rebelión militar, a quien carajo se la imputaran?.
Algo similar logra Chávez luego que logra la preciada libertad, se engancha de los hechos del 27 de febrero como resultado de las políticas neoliberales y la corrupción galopante en aquellos días y lo convierten en el elegido. Ahora nos preguntamos, será que la inseguridad, la corrupción, la escases, los damnificados, el colapso de la infraestructura vial, la crisis hospitalaria y la burla a la inversión no estarán enterrado a este gobierno? O es que las clases más vulnerables de los actuales momentos no padecen los mismos males o aun peores?.
Sería una barbaridad decir que en aquellos días no había pobreza, de allí que Chávez se abraza de ese resentimiento casi generalizado y le dio una buena lectura, pero la realidad del 27 de febrero es que fue una movilización espontánea, los gobiernos tienen que tener memoria, para que las cosas no se olviden y la crisis venezolana tiene mucho que ver con sus caudillos que históricamente han aupado el odio de clases como elemento de distracción de la gente.
Ningún país puede avanzar en progreso, sin separación de poderes y menos alimentando la columna vertebral de este gobierno que es el culto a la personalidad, hay que generar oportunidades, pero con seguridad jurídica, la economía y el bienestar de los pueblos no puede depender de una visión ideológica en particular.
Los que votaron por Chávez lo hicieron porque tenían sed de cambio, pero no son responsables en lo absoluto de este mal gobierno y hoy más que nunca están vigentes esos mismos gritos de protesta, los venezolanos nos necesitamos todos, sin embargo debemos ser cuidadosos y responsables, ya que en el nombre del pueblo y por el amor al pueblo se han formado mounstros dictatoriales como Stalin o Fidel Castro entre otros; por la vía electoral romperemos los ciclos de la revancha, de la factura, del majunche, del buche, de las victorias pírricas de mierda y desde ya enfilamos las baterías hacia la Venezuela grande que comienza el 07 de octubre en el nombre de Dios.
La gente esta rompiendo el miedo y harán los sacrificios necesarios para no vivir en medio del culillo, la amenaza y el amedrentamiento gubernamental.
Ahora bien, independientemente de lo que opinemos de un sector o del otro, lo que si no cabe dudas es que la oposición está en su mejor momento en los últimos 14 años y Chávez está en su peor momento de los últimos 14 años.
Es por eso del llamado a la sindéresis, al respeto ciudadano, al estricto cumplimiento de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela y a las leyes, y recordar que los gobiernos pasan y la gente queda, lo que no debe quedar es odio, ni revanchismo, vamos a un proceso electoral el 07 de octubre y solo existen dos posibilidades, ganar o perder, ese triunfador debe actuar con mucha humildad y quien no logre alcanzar la meta, debe administrarse y arroparse de gallardía, hay una sola Venezuela.
Por Emilio Guzmán Rojas