Agentes del departamento de documentoscopia de la Policía Nacional investigan desde principios de año los miles de carnés de conducir falsos de ciudadanos de origen venezolano que llegan a España para ser canjeados por documentos nacionales, que permiten a sus portadores circular por todo el territorio europeo. Así lo han confirmado a El Confidencial fuentes policiales, que explican que la investigación se acaba de centrar ahora en las jefaturas de tráfico de la Guardia Civil. Los responsables de las pesquisas han intervenido en la sede madrileña de la DGT cientos de carnés que ya habían sido canjeados o que estaban a punto de hacerlo.
De momento, los responsables de documentoscopia, dependientes de Policía Científica, se han centrado en la Jefatura de Tráfico de Madrid, aunque no descartan extender la investigación a otras dependencias de tráfico territoriales, ya que consideran que la práctica ilegal está extendida por toda España desde hace años.
Los agentes dedicados a estas tareas llevan años, de hecho, acumulando permisos de conducir falsos de ciudadanos venezolanos que han detectado en controles rutinarios de carretera o en operaciones policiales de todo tipo. Se cuentan por miles, explican las fuentes consultadas, los carnés que han localizado las fuerzas de seguridad durante los últimos años. Hasta ahora, sin embargo, ningún cuerpo había iniciado una investigación con el fin de averiguar quién está detrás de todas estas falsificaciones, si es que hubiera alguna banda concreta.
De ahí que el número total de permisos de conducir falsificados procedentes del país sudamericano que ha podido introducirse en España sea una absoluta incógnita.
La investigación se centra de momento en los carnés venezolanos, que son los más numerosos, aunque los responsables policiales no descartan rastrear también los permisos ficticios que circulan de ciudadanos colombianos y de otros países. Los documentos encontrados, según las mismas fuentes consultadas, son cada vez más sofisticados, por lo que la labor de detección se hace más y más engorrosa y requiere de mejores especialistas. Desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid confirman que la investigación está abierta, pero la contextualizan dentro de unas diligencias que se llevan a cabo «de manera habitual, cuando observan sospechas de falsedad» y nunca de modo generalizado.
Según publicó El Confidencial el pasado diciembre, el departamento de documentoscopia de la Policía Municipal de Madrid calcula que al menos 20 de cada 100 carnés de venezolanos que circulan en España son falsos. Desde el año pasado, las solicitudes de asilo de ciudadanos procedentes de la república bolivariana se han multiplicado por la incertidumbre política que vive el país. En los ocho primeros meses de 2019, como contó El Confidencial, el Gobierno registró 73.601 solicitudes, un 74% más que durante todo el año anterior y el triple que en 2017. La cifra sigue creciendo, lo que provoca que el éxodo de venezolanos a España sea cada vez mayor.
En 2017, el Ministerio de Transportes bolivariano comenzó a enviar los carnés por ‘e-mail’ y en PDF a sus ciudadanos con un código de barras para que los usuarios imprimieran los permisos en sus propias casas. Desde ese momento, los documentos emitidos no son validados por las jefaturas de tráfico españolas, como estableció la Dirección General de Tráfico en junio de 2019. «Se consideran únicamente canjeables los permisos de conducción expedidos en origen en tarjeta de plástico; no será posible canjear los documentos en formato PDF por no cumplir la normativa europea», estableció Tráfico.
De ahí que todos los documentos falsificados que están detectando las fuerzas de seguridad españolas sean previos a 2017, cuando aún se expedían en tarjeta, que hoy por hoy es el único soporte que se puede cambiar por un carné de conducir español. Todos ellos, por lo tanto, están plastificados y cuentan con el membrete del Gobierno bolivariano.
Según explican a El Confidencial fuentes de la investigación, hasta el momento los funcionarios de Tráfico se han limitado a comprobar que el permiso aparece en el registro que el Gobierno venezolano cuelga en la web de su Instituto Nacional de Transporte Terrestre (el equivalente al ministerio español del mismo nombre). No tienen conocimientos de documentoscopia, por lo que no pueden hacer otra cosa que limitarse a hacer esta confirmación.
Así lo explicaron de hecho a este diario desde la Dirección General de Tráfico el pasado diciembre. «Lo que hacemos es pedir la documentación al ciudadano venezolano y acudir al organismo competente para que nos verifique», aseguraron. «No tenemos por qué dudar«, zanjaron desde la DGT las mismas fuentes.