Realmente si hay algo que debe causar un tremendo dolor de cabeza es lidiar con millones de animales que trabajen para uno , ¿verdad? Oh! Wait… Quise decir “empleados”. Aunque ganen 70 centavos de dólar la hora en jornadas de entre 12 y 16 horas diarias. Realmente no entiendo de que se quejan, ya que son más de US$7 al día y unos US$200 al mes si trabajaran los fines de semana.
A pesar de este irónico comienzo de post, las palabras de Terry Gou, fundador de Hon Hai, empresa madre de donde surge Foxconn, de la cual es su CEO, estremecieron aún más a las organizaciones que todos los días se sorprenden con nuevas y tristes noticias sobre el funcionamiento de las multinacionales en Asia. La desafortunada cita que titula este artículo fue dicha por Gou durante una reunión de fin de año con su personal directivo de la empresa fabricante de productos electrónicos, entre los que se destaca su principal cliente, Apple.
Pero no sólo se relajó y trató de animales a sus empleados sino que fue un poco más específico. Según el diario Want China Times que recibió la información con sorpresa, el máximo jefe de Foxconn comentó: “Hon Hai (Foxconn) cuenta con una plantilla de más de un millón de empleados en todo el mundo y como seres humanos también somos animales. La realidad es que administrar un millón de animales me da dolor de cabeza“.
Además de este comentario, también tuvo tiempo para mostrar su humildad y agregar que “le gustaría aprender de Chin Shih-Chien (Director del Zoológico de Taipei) respecto a cómo deben ser manejados los animales de acuerdo a su carácter”.
Pero lo mejor estaba por venir ya que entre los invitados a esta reunión de fin de año estaba justamente Shih-Chien, el director del zoológico de Taipei, a quien solicitaron asesoramiento para que los directivos de Foxconn sepan como lidiar con estos animalitos que arman gadgets electrónicos. ¿Habrá sugerido algunos latigazos para los renegados y cubos de azúcar para los que hagan bien su gracia?
Los periodistas de China Times no salían de su asombro, y estamos hablando de China, donde algunas libertades individuales están directamente prohibidas, como los sindicatos o manifestaciones por abuso laboral. En la nota publicada agregaron “Gou debería cuidar un poco sus palabras”.
Terry Gou es el segundo hombre más rico de Taiwan, debajo de Winston Weng-Yang Wong, CEO de Formosa Plastics Group, el principal proveedor de plástico de los Estados Unidos. Sus palabras repercuten en toda la industria, no sólo de Asia, sino también a nivel mundial. Estas palabras no ayudarán a que se calmen las aguas respecto a las preocupaciones de algunas organizaciones sobre el trabajo semiesclavo que utilizan las fábricas de productos electrónicos para lograr buenos márgenes de ganancia y lograr cubrir la creciente demanda de productos.
Jornadas laborales de hasta 16 horas a US$0,70 por hora sin ningún beneficio sindical (no existen en Asia y están prohibidos con penas de prisión cualquier tipo de manifestación proletaria o incitación a reclamo laboral), es lo que sueña cualquier ejecutivo de la industria electrónica del mundo, la moral bien gracias.
La situación es compleja porque los productos electrónicos ya forman parte de la vida diaria de cualquier persona que los utilice, tanto para ocio como para trabajo y plantear una situación como la mencionada debería hacernos pensar en el costo que podría significar en el futuro que una gran parte de la población mundial se dedique sólo a fabricar gadgets a fuerza de látigo y gritos para que nosotros podamos jugar Angry Birds.
Por supuesto que ninguna compañía ha hecho declaraciones al respecto, ni siquiera luego de que se conocieran las condiciones laborales de los empleados de Foxconn ni la coyuntura relacionada con la ola de suicidios que viene afectando a su plantilla desde el año pasado.
¿Se debería regular la manera en que se fabrica un producto de acuerdo a las normativas de destino de esos productos? Todas estas prácticas laborales que comentamos son ilegales en la mayoría de los países de Occidente, principales consumidores de estos productos, por lo que importarlos es la mejor manera de obtener buenos márgenes de venta, pero con mano de obra esclava.
La complejidad del tema y el silencio de los principales clientes de Foxconn no ayudan a mejorar la situación, sino que les permite aprovecharse de la misma. Suponemos que la responsabilidad de las marcas debería ser puesta en evidencia por sus consumidores. ¿Les darán manzanas de refrigerio para mitigar sus jornadas maratónicas de trabajo a estos probres animalitos?