Esta es la razón científica de por qué tus flatulencias no te molestan

El que dice que no se tira flatulencias o pedos miente, todos lanzamos un promedio de 14 ventosidades diariamente. Mientras algunas pasan desapercibidas, otras te dejan en vergüenza pública. Batanga.

Quizá has dejado salir una flatulencia en un ascensor lleno de gente, los que automáticamente se taparon la nariz, pero a ti no te molestó el olor. ¿Quieres saber por qué el olor de tus pedos no te parece tan asqueroso como a los demás? Los científicos ya tienen la respuesta…

Acaso… ¿te gusta el olor de tus propias flatulencias?

Por más que los gases ajenos te den ganas de vomitar, los tuyos no te parecen tan malos y hay una razón para ello. Tus flatulencias son únicas, con un olor especial que solo su autor puede detectar y que varía según las bacterias existentes en tu cuerpo.

Ese olor, al que ya estás acostumbrado, te parece menos apestoso que el que despiden los de otras personas. Esto no es solo para tus gases corporales, sino que también ocurre con la transpiración y otros olores del cuerpo humano.

Para que veas lo únicos que son tus olores corporales, existen sistemas de identificación que detectan tu identidad analizándolos, aunque no creo que sea muy agradable utilizarlos en público.

¿Por qué nos dan asco los pedos ajenos?

Ya sabemos que tus pedos pueden no ser tan malos para ti, pero los gases de los demás te parecen repugnantes. Nuestro organismo está programado para ello y la causa es importante: Las flatulencias puedes transmitir enfermedades.

Si bien no es de lo más común, una flatulencia puede liberar bacterias que enfermen al resto, ya que al lanzar una ventosidad, también salen piezas microscópicas de materia fecal. Ello significa, entre otras tantas cosas, que cuando sientes el olor de una flatulencia, literalmente estas sintiendo la materia fecal.

De hecho, el olor que sientes, son las partículas de las heces… entrando a tu cuerpo, donde los receptores olfativos y las papilas gustativas traducen esas partículas en la información que recibimos desde los sentidos.

Al sentir un olor desagradable, el cerebro ordena a la persona que se aleje, por eso los pedos ajenos son tan repulsivos, ya que son una manera de protegerse de enfermedades, lo mismo con otros olores como, por ejemplo, el de comida podrida.

Esto era muy útil para nuestros antepasados, ya que prevenían enfermedades al escapar de todo olor que les pareciera repugnante. Esa era la forma en que el cerebro les avisaba que existía un peligro. La próxima vez que lances una flatulencia y el olor no te parezca asqueroso, ya sabes que el resto lo sintió de forma repugnante.