Los dos concejales de la ciudad venezolana de San Cristóbal en huelga de hambre desde el pasado viernes, José Vicente García y Martín Paz, lograron saludar al papa Francisco. Debido al deterioro de su salud, se vieron obligados a acudir a la audiencia en silla de ruedas y lo hicieron los dos portando la bandera de Venezuela, uno sobre las piernas y el otro sobre la espalda.
Tras los saludos con el papa Francisco, los opositores dieron por finalizada la huelga. En las próximas horas tienen previsto entregar un comunicado a la Santa Sede, en el que describirán los motivos de su protesta y sus peticiones para que éstas lleguen al papa Francisco.
Los dos concejales comenzaron a ayunar el pasado viernes con la intención de trasladar tres peticiones a la Santa Sede y al propio pontífice: en primer lugar, reclamaban su mediación para que el Gobierno venezolano pusiera en libertad a los presos políticos. Además, solicitaban su mediación ante organismos internacionales como Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos o la Corte Internacional de Derechos Humanos para que estos puedan acceder al país y conocer de primera mano su situación. Finalmente, pedían ser recibidos por el Papa en audiencia para que pudiera “escuchar de viva voz la situación de persecución, represión y vejación de las libertades en Venezuela”.
Su protesta coincidió con la visita que tenía previsto realizar el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al Vaticano para ser recibido en audiencia privada por el Papa, un viaje que el mandatario suspendió después de que “por recomendación médica” se le prohibiera subir a un avión.
“Los médicos me han obligado a quedarme en descanso y es lo que estoy haciendo ahora. De hecho he tenido que, por recomendación médica, suspender el viaje a Roma”, explicó Maduro el pasado sábado durante una videoconferencia transmitida por la televisión estatal VTV.
Sin embargo, la oposición venezolana sospecha que Maduro suspendió el viaje al vaticano por la presión internacional para que libere a los presos políticos. Días antes de la cita, los dirigentes antichavistas y los familiares de los encarcelados encabezaron el pedido para que Francisco intercediera ante el presidente venezolano. Luego, otros sectores se sumaron al reclamo y elevaron la presión sobre el chavista, que finalmente no concurrió a la Santa Sede. Así ex mandatarios mundiales y prestigiosas organizaciones no gubernamentales, como Human Rights Watch,enviaron cartas al Pontífice para pedirle lo mismo.
Fuente: [infobae.com]