La inflación es el más perverso de los males económicos, el mayor de los impuestos y a quien más castiga es a las personas de bajos recursos; es por ello que el Banco Central de Venezuela lleva más de tres meses sin informar la tasa inflacionaria, aunque extraoficialmente se conoció que ésta, en los dos primeros meses del año, fue de 18%.
Basta salir a la calle para sentir el alto costo de la vida. Todo esto como resultado del control que nos ha impuesto el gobierno, donde una familia promedio se ha visto en la necesidad de que su principal suplidor sean los bachaqueros.
La crisis a todo nivel que vivimos los venezolanos, sigue en aumento. Actualmente continuamos con dificultades en el sistema eléctrico, la inseguridad haciendo de las suyas asesinando inocentes, mujeres, policías, transportistas y niños; el desabastecimiento, la falta de insumos en hospitales, entre otros tantos problemas que aquejan a los venezolanos. Todo esto sigue ocurriendo, mientras el Presidente Nicolás Maduro se encadena en radio y televisión diariamente para tratar de distraer la atención de la gente, pintando una realidad que no existe excepto en Miraflores, en el canal 8 y en la casa de los enchufados, pero que el resto del país lo vive y padece todos los días.
Indudablemente, todo el show mediático demuestra la debilidad del régimen y a pesar de la hegemonía comunicacional, vuelven los ataques a la libertad de expresión con nuevos anuncios y amedrentamiento a televisoras.
Lo cierto es que ni la supuesta “amenaza de guerra”, ni la propaganda de “invasión”, ni tratar de subir el estatus de Maduro al buscar de ponerlo a “pelear” con Barack Obama le han dado resultados. Los venezolanos no se tragan esos cuentos. Ahora, nuevamente buscan incriminar y culpar a los medios. Mientras tanto, una vez más, el despilfarro y la corrupción lo vamos a pagar los venezolanos a través de “nuestro” deber de pagar el Impuesto Sobre la Renta, esto como una manera “legal” para seguir metiéndonos la mano en el bolsillo.
A propósito de las firmas contra el decreto de Obama, están obligando a los funcionarios públicos a estampar su rúbrica, bajo la amenaza de ser despedidos y los tildan de imperialistas apátridas. Todo ese parapeto con la única finalidad de actualizar la lista Tascón y seguir excluyendo a la mayoría de los venezolanos. Ojalá pusieran esos toldos en lugares más concurridos como las colas de los mercados y en las morgues, para que escuchen y palpen la realidad que vive nuestro pueblo, o simplemente invirtieran ese dinero mal gastado en abastecer farmacias y mercados.
Es por ello que queremos ratificar a los venezolanos, que nuestra visión es todo lo contrario a lo que hace el gobierno. Nosotros buscamos incentivar la producción nacional, la libertad de expresión, la generación de empleos dignos. Hacia allá tenemos puesta nuestra mirada, nuestro objetivo para lograr ese camino que queremos labrar, que no es otro que el de poder progresar y avanzar en ese cambio en paz que hemos venido proponiendo por la vía constitucional y democrática.
Por Omar Ávila